Por 85 votos a favor, ocho en contra y 56 abstenciones, la Cámara de Diputados aprobó la resolución 628, que manifiesta su preocupación ante las terribles consecuencias que las acciones del gobierno brasileño pueden tener sobre la temperatura global, en particular respecto a aquellas acciones que se relacionan con el cuidado y preservación de la selva amazónica.
El texto señala que la selva amazónica es un importante pulmón verde del planeta, con una extensión cercana a los siete millones de kilómetros cuadrados y que alberga una gran cantidad de flora y fauna única en el mundo, siendo una de las zonas con mayor biodiversidad. Además, su gran cantidad de vegetación ayuda a mantener el equilibrio climático del planeta.
Agrega que, según estudios brasileños, en mayo se registró una deforestación de la selva amazónica de 739 kilómetros cuadrados, lo que representa la mayor aceleración en la tasa de deforestación registrada en la última década.
A su vez, señala que el presidente Jair Bolsonaro ha tomado distintas medidas que debilitan la institucionalidad medioambiental de Brasil, como la transferencia del Servicio Forestal Brasileño al Ministerio de Agricultura, la extinción de la secretaría del cambio climático, el debilitamiento de la Agencia Nacional del Agua y los recortes presupuestarios en el Ministerio de Medio Ambiente, situación grave que ha sido criticada por ocho exministros del ramo de Brasil, de distintas tendencias políticas.
Además, rechazan las declaraciones que niegan el cambio climático del canciller brasileño Ernesto Araújo, quien señaló que las alzas de temperatura se deben a que «los termómetros están más cerca del asfalto»; y del presidente Bolsonaro, quien ha señalado que Brasil «no le debe nada al medio ambiente».
Dichas declaraciones, se estima, se contraponen con el amplio consenso científico respecto a que el cambio climático es real. «Si las alzas de temperatura global se mantienen, las consecuencias para el mundo serían terribles, derivando en un planeta no apto para la vida. Chile es uno de los países donde más tempranamente podrían vivirse estas consecuencias», recalcaron.
La propuesta fue planteada por los/as diputados/as Pablo Vidal (RD), Leonardo Soto (PS), Matías Walker (DC), Alejandra Sepúlveda (FRVS), Carolina Marzán (PPD), Alejandro Bernales (PL), Cosme Mellado (PR) y Marcela Hernando (PR).
Fuente: Cámara de Diputados
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