Para superar las consecuencias derivadas de las decisiones de la Agencia Mundial Antidopaje (WADA) y recuperar las posiciones del deporte ruso se necesitarán unos diez años, cree el jefe del comité para la cultura física y el deporte de la Duma de Estado (Cámara Baja del Parlamento ruso), Mijaíl Degtiariov.
«Si hoy día lo cambiamos todo y a todos, si reorganizamos por completo el deporte ruso, el restablecimiento de las posiciones de nuestro deporte llevará unos diez años», dijo a los periodistas.
El parlamentario recordó que antes de estallar el escándalo de dopaje, representantes de Rusia formaban parte de las estructuras dirigentes de los organismos internacionales del deporte.
«Habrá que formar y elegir a los funcionarios que en teoría podrían pretender figurar en organismos dirigentes de las federaciones, organizaciones y comités deportivos internacionales. Estimo que lo lograremos en unos diez años, hacia 2030», señaló.
El Comité de Revisión y Cumplimiento (CRC) de la WADA denunció a finales de noviembre pasado el carácter incompleto y no fiable de los datos proporcionados por el laboratorio antidopaje de Moscú y se pronunció por imponer sanciones a Rusia.
El Comité Ejecutivo de la WADA avaló sus recomendaciones el 9 de diciembre e inhabilitó a Rusia para competir durante cuatro años en grandes torneos internacionales, entre ellos los Juegos Olímpicos y Paralímpicos y la Copa de la FIFA, o solicitar la adjudicación de tales eventos. Al mismo tiempo, autorizó a los deportistas «limpios» de Rusia a participar en esas competiciones sin bandera ni himno nacionales.
El Kremlin, que niega cualquier implicación oficial en los escándalos de dopaje, sostiene que la decisión de la WADA contradice la Carta Olímpica y que el castigo en ningún caso debe ser colectivo y perjudicar a atletas inocentes.
Cortesía Sputnik
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