El chofer de Neruda Manuel Araya emitió este miércoles 3 de abril fuertes declaraciones. Mediante un comunicado denunció que los peritos de prestigio internacional propuestos por querellantes fueran vetados por el ministro en visita Mario Carroza.
También dio a conocer que en el equipo forense que examinará los restos de Neruda hay un perito que emitió opinión previa y por tanto debió haberse inhabilitado lo que no hizo. Se trata del tanatólogo Germán Tapía.
Estas declaraciones de Araya son de mucha importancia porque dan cuenta de la forma en cómo se está gestando en la interna el equipo que definirá lo verdaderamente ocurrido con Neruda.
Manuel Araya es el chofer que permitió que el mundo conociera lo verdaderamente ocurrido con Neruda en sus últimos días, hasta ser asesinado. Ahora, tras casi 40 años de lucha desesperada, después de conseguir que el mundo y la justicia lo escucharan… cuando está próxima la exhumación de Neruda… él sigue firme bregando porque haya verdad y justicia para su compañero Pablo, a quien sigue ayudando sin importar la distancia que separa la vida de la muerte.
Aquí el comunicado:
YCuando estamos a horas que se exhumen los restos del Premio Nobel de Literatura Pablo Neruda, me veo obligado a comunicar públicamente que el ministro en visita Mario Carroza vetó al equipo de peritos propuestos por la familia de Pablo Neruda representada por su sobrino el abogado Rodolfo Reyes; y por el Partido Comunista, representado por el abogado Eduardo Contreras.
El equipo propuesto por Rodolfo Reyes está compuesto por el doctor Luis Ravanal, master en medicina forense y perito tanatólogo acreditado ante la Corte de Apelaciones de Santiago, quien asistiría a la exhumación y autopsia. Y por sus colegas: Dr John Clark, jefe del departamento de Medicina Forense, de la Universidad de Glasgow y perito de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, y la doctora Gail Cooper, toxicóloga forense de la misma universidad. Estos últimos ayudarían en el análisis desde sus laboratorios en Glasgow.
Los peritos propuestos por Contreras son el genetista de la Universidad de California, Cristián Orrego; y el neurólogo y psiquiatra Luis Fornazzari.
El ministro Carroza no ha fundamentado en derecho esta determinación. Es preciso señalar que el inciso 2° del art. 224 del Código de Procedimiento Penal (CPP) define que «puede cada parte nombrar a su costa, un perito que se asocie al designado por el juez, salvo que, en concepto del tribunal, la intervención de estos perito pudiera perjudicar el éxito de las investigaciones». La recusación al perito debe hacerse formalmente por las causales del art. 232 del CPP.
Desde el punto de vista científico, en el caso de Neruda, no existe ningún motivo que impida o justifique la exclusión de profesionales expertos presentados por las partes, distintos a los propuestos por el ente oficial (Servicio Médico Legal), por cuanto cuentan con la experticia, calificación y competencia técnica suficientes para intervenir en este tipo de autopsias.
Como expresó el Dr. Ravanal en carta a los abogados querellantes: “No se trata de poner en duda la competencia y experticia de los profesionales institucionales y/o designados por el Servicio Médico Legal (SML), tanto nacionales como extranjeros, más cuando entre ellos se encuentran profesionales de reconocido prestigio internacional, como es el caso del Dr. Aurelio Luna Maldonado, de la Universidad de Murcia, España, sino del derecho que tiene la parte de intervenir directamente en los análisis a través de los peritos adjuntos, lo que invariablemente contribuiría a ampliar las posibilidad diagnósticas y analíticas, transparentando a su vez todo el proceso, que en el contexto no sólo representa un hecho científico, sino histórico. Ello permitiría a su vez comparar el trabajo realizado por los distintos equipos y/o intervinientes, así como también permitiría profundizar en estudios posteriores que pudiesen requerirse, dependiendo de los primeros análisis o resultados, incrementando las posibilidades de éxito en la investigación, con mayores garantías científicas en los resultados obtenidos, a través de mayores aportes técnicos durante las investigaciones”.
Agrega el tanatólogo Ravanal: “Cuando no se permiten estudios paralelos e independientes, se impide el control de calidad y la confirmación científica de los resultados, que surge a través de las controversia científica. Esto, en la práctica, se traduciría en términos simples, en un resultado único, de carácter institucional firmado por los peritos designados, que se incorporaría en el expediente como prueba científica con alto valor probatorio dentro del proceso judicial, sin la posibilidad real de intervención analítica posterior de los peritos presentados por las partes, simplemente porque habrían sido excluidos, considerando además que el análisis y recolección de muestras quedará restringido y sellado desde el principio, durante la exhumación, de acuerdo al criterio que hayan empleado los expertos autorizados al momento de ejecutar la autopsia”.
A lo anterior se suma que en el equipo forense definido para este caso participaran sólo dos tanatólogos (la especialidad más importante en esta exhumación y autopsia), uno de los cuales debió haberse inhabilitado por emitir opinión previa. Se trata del doctor Germán Tapia Coppa (SML), quien en marzo de 2012 emitió un informe -solicitado por el ministro Carroza- cuya principal conclusión es que “no existen elementos suficientes que pongan en duda la naturaleza de la muerte de la víctima establecida en forma oficial en septiembre de 1973 (caquexia por cáncer metastizado de próstata)”.
Sin embargo, en ese informe Tapia Coppa reconoce que no existe en el expediente ningún examen que certifique siquiera que Neruda padecía de cáncer. Esto constituye una contradicción y supone una falta de rigor evidente.
Más aún, debemos señalar también que en el equipo forense participarán dos directivos del Servicio Médico Legal (SML) que no son peritos forenses: me refiero al director y subdirector, Patricio Bustos y Cristián Díaz, respectivamente. Esto implica una injerencia del nivel político en una pericia que debe resolverse apegada estrictamente al rigor científico.
Neruda escribió:
“Si alguna vez vivo otra vez
será de la misma manera
porque se puede repetir
mi nacimiento equivocado
y salir con otra corteza
cantando la misma tonada”.
Llamamos a los herederos del legado cultural de Neruda, que es el mundo entero, a exigir “Verdad y Justicia para Neruda”,
El Ciudadano