Carta abierta a la CIDH de un haitiano en Chile

Corte Interamericana de Derechos Humanos

Presente

De mi consideración:

Como ciudadano haitiano, residente en Chile, activista de los derechos humanos, y en nombre de todas las mujeres y niños víctimas de violaciones de DDHH en distintas partes de la tierra -especialmente en el territorio haitiano-, asumo la responsabilidad de escribir esta carta abierta que tiene como objetivo principal pedir a la CIDH que cuestione severamente a la Organización de las Naciones Unidas sobre los actos desleales cometidos por determinados soldados que han sido parte de la Minustah en Haití bajo el mando de la ONU de la época, a fin de brindar la justicia para las víctimas y establecer responsabilidades, de existir. Es decir, sancionar a los responsables judicialmente y las reparaciones necesarias para aquellos que hayan sufrido acciones injustas. Las noticias del mes de diciembre de 2019 basadas en un serio estudio investigativo de la Universidad de Birmingham y la Universidad de Queen de Canadá, publicadas en el portal de CNN, indican que muchos integrantes de los Cascos Azules, en base a una asimetría de poder militar y económico, abusaron de muchas mujeres, incluidas niñas menores de edad; arrasando su dignidad por unos pocos gourdes haitianos, algo así como $200 chilenos. De ser ciertas estas acciones, se estaría contribuyendo a sumir en el fango de la miseria a esas personas que ya tenían problemas para el sustento diario, ahora agravados con un proceso de gestación que traerá hijos no deseados, que en el contexto actual de Haití, sufrirán más enfermedades por la desnutrición, alteraciones del desarrollo y mortalidad a muy temprana edad. A favor de estos niños no deseados y otras acciones de similar índole, se solicita urgentemente por parte de la CIDH una firme y profunda investigación de los hechos anteriormente citados. Comprobando los acaecidos, es necesario que la justicia abrace medidas concretas que apunten a someter a los padres a hacerse cargo de sus responsabilidades parentales como corresponde.

Debido a que las fuerzas armadas (FFAA) en cualquier parte del mundo están organizadas en forma jerárquica -y llama la atención que si no fuese por ese estudio, nadie sabría ni alertaría sobre los graves hechos denunciados-, y como esas misiones cumplían con un compromiso estatal, dicha investigación debe abarcar hasta las autoridades de cada país involucrado y de la oficialidad que dirigía dichas misiones.

Sin otro particular y esperando contar con los buenos oficios.

Guy Paul Guillaume

Estudiante de Ciencias Políticas