Un día crucial para la reforma al Código de Aguas se vivirá este martes 28 en la Comisión de Agricultura del Senado, donde está radicado el proyecto desde agosto de 2017. Ese día se discutirá y se votará, hasta su total despacho, el articulado que apunta al corazón del proyecto: la propiedad sobre los nuevos derechos de aguas que se otorguen una vez aprobada la norma.
El proyecto original, con respaldo de la oposición y la sociedad civil, crea la figura de concesiones temporales de una duración máxima de 30 años, prorrogables si existe disponibilidad y proteccion de la fuente. Sin embargo, el Ejecutivo, el oficialismo y el gran empresariado agrícola y eléctrico, quieren que éstas no sean concesiones sino que se sigan otorgando como propiedad perpetua.
La Cámara de Diputados, en 2016, y la Comisión de Recursos Hídricos del Senado, en 2017, ya aprobaron el mecanismo de concesiones temporales. Pero, a través de gestiones de último momento, el gobierno impulsa la aprobación de una indicación que retrotrae este avance para futuros derechos y pretende que se mantengan perpetuos.
La ex Nueva Mayoría hoy tiene una presencia mayoritaria en la Comisión de Agricultura, al ser presidida por el senador PS Álvaro Elizalde e integrada por Carmen Gloria Aravena (ind. Der), Juan Castro (RN), Adriana Muñoz (PPD) y Yasna Provoste (DC). Por ello, sería una extraña e insólita señal que se apruebe la indicación promovida por el Ejecutivo.
La premura está dada porque los senadores se pusieron como plazo despachar la reforma antes que termine enero, con el fin de que pase en marzo a revisión por la Comisión de Constitución. Esto, al ser una ley clave para enfrentar la actual crisis hídrica y la mayor escasez de agua que conlleva el calentamiento global.