Dos de los heridos por carabineros en Padre Hurtado afirman: «Nos tiraron a matar»

La noche del 30 de enero, hinchas colocolinos se manifestaban en las calles de la comuna de Padre Hurtado, luego de que Jorge Mora fuera asesinado el día anterior a las afueras del Estadio Monumental por un camión de Carabineros.

Durante esta protesta pacífica, y en medio de un altercado entre la fuerza policial y los manifestantes, el joven de 24 años, Ariel Moreno, recibió un impacto de bala en su cabeza que lo dejó en estado crítico y finalmente murió.

Sin embargo, no fue el único acontecimiento grave de esa noche; existen otras víctimas que fueron dañadas con balines en su cuerpo.

Este fue el caso de Diego Parra, quien también se encontraba protestando en ese lugar. Según su relato a Canal Comunal ÚTV, el momento en que Moreno fue impactado por la bala, los carabineros se encontraba a solo 10 metros de distancia.

“Estábamos cubriéndonos detrás de una plancha y veo que Ariel cae hacia atrás, seguido de eso lo arrastré hacia un sitio más seguro y al momento de pedir ayuda, me llegó el disparo por la espalda”, indicó Parra.

También informó que al momento de la persecución, se encontraban diez carabineros al exterior de la Subcomisaría de Padre Hurtado lanzando lacrimógenas, y dos de ellos disparando con rifles de aire comprimido a todas las personas que transitaban, dejando a varios heridos.

Por otro lado, denuncia la negligencia del Servicio de Asistencia Primaria de Urgencia Santa Rosa de Chena, por no prestarle los auxilios necesarios a Ariel; “a los doctores y enfermeros se les cayó de la camilla, ya que no lo quisieron tomar bien, debido a que Moreno se encontraba orinado y les dio asco”, acusó Parra.

El balín que golpeó a Diego en el tórax, terminó a solo unos centímetros del corazón, y además perforó uno de sus pulmones. Asimismo, señaló que el actuar de carabineros era de una «conducta asesina; apuntaban al cuerpo, directamente al estómago, pecho y al cráneo, intentando matar a las personas”.

Otro de los casos fue el de Andrés García, que también fue afectado a causa de un balín en su cuerpo, disparado presuntamente por la policía uniformada. Él relató a Canal Comunal ÚTV que al momento del disparo se encontraba atravesando la calle en plena manifestación, cuando uno de los agentes le disparó en su abdomen y cayó al suelo, donde fue auxiliado por un grupo de personas; “gracias a ellos estoy con vida contando mi historia”, expresó.

Andrés denunció que carabineros le dio un tiro a corta distancia en su estómago, perjudicándole su intestino delgado, y dejándolo con 30 puntos en su estómago. “El proyectil entró por mi abdomen hasta llegar al costado izquierdo de mi glúteo, quedando incrustado”, relató.

Agregó, que al tener este perdigón dentro de su cuerpo, no puede realizar ninguna fuerza de más de 70 kilos, ni agacharse con normalidad y que esto lo mantendrá con una lesión de por vida.