Vestir ropa arrugada se ha vuelto una tendencia que cada día gana más adeptos, sobre todo para aquellos que desean contribuir para detener y reducir el cambio climático.
Quienes promueven la campaña para el uso de la ropa con arrugas, destacan que si en un hogar no se plancha, es como si se plantaran siete árboles o se disminuyera el impacto de los gases que producen siete vehículos. De esta manera se estaría generando oxígeno para una persona durante siete horas.
La idea tiene su origen en una publicación realizada por Mark Sultán Gersava, conocido científico filipino defensor del medio ambiente, quien colgó un texto en sus redes sociales que decía: “El día de hoy hago un compromiso de nunca más planchar mi ropa para reducir mis emisiones de carbono”, reseñó el diario La Nación.
“Cada persona emite 190 kilos de Co2 equivalente en gases invernadero anualmente solo al planchar la ropa. Si siete billones de personas pararan, podemos reducir el Co2 por 13 millones de toneladas métricas anualmente, lo que será una gran contribución para detener y reducir el cambio climático”, enfatizó el científico en su propuesta.
Seguidamente una página de Facebook, especializada en el cambio climático llamada “Zero Waste Pilipinas 2030” publicó el post de Gersava que se transformó en viral donde se explicaba cómo planchar ropa contribuye al cambio climático.
La publicación se volvió viral rápidamente y se llenó de comentarios. “Nunca supe que mi pereza podría hacer un gran impacto en el medio ambiente” o “Gracias por la información, no sabía que era tanto”, fueron algunos de los comentarios que se ven en la imagen.
La propuesta ambientalista fue todo un suceso en las redes sociales y sumó más de 500.000 seguidores.
En Internet reconocidas marcas ofrecen prendas de fábrica ya lucen arrugadas y cuyo costo es muy bajo.