La nueva directiva deberá consolidar los cambios que emprendió el equipo saliente, señalados de ineficientes en cuanto a la modernización de la Academia
Lo mejor de la cinematografía francesa es reconocido cada año, y desde 1976, con el Premio César, considerado como el Óscar francés. La edición de este año está marcada por protestas de grupos feministas que han provocado la dimisión en bloque de los miembros de la dirección de la Academia de Cine de Francia, ente encargado de la organización del evento.
Según reseña EFE, el motivo de las críticas recibidas es la falta de paridad entre los integrantes tanto de la asamblea general como del consejo de administración de la institución; e igualmente por el número de nominaciones, 12 en total, que recibió la última película de Roman Polanski, J’accuse.
En un comunicado público —emitido este jueves 13 de febrero, a tan solo 16 días de la entrega de los premios, que será el 28—, el consejo de administración explicó que esta dimisión se da «para honrar a los que hicieron cine en 2019, para recuperar la serenidad y para que la fiesta del cine siga siendo una fiesta».
Será después del 28 cuando se reunirá la asamblea general de la institución para renovar totalmente sus órganos directivos, agrega el medio español.
Los nuevos directivos se encargarán de consolidar las medidas de modernización que el grupo saliente se comprometió a realizar, entre ellas está la paridad de género, uno de los asuntos más espinosos. En la asamblea general había, hasta ahora, ocho mujeres entre los 47 miembros, y en el consejo de administración solo seis féminas entre las 21 personas que lo integran.
El equipo saliente tenía como meta mayor igualdad en los miembros de la Academia, grupo que se encarga de nominar y votar a las películas elegibles. Este último está integrado por 4.680 personas vinculadas al cine, entre las cuales el 65 % son hombres.
El lunes pasado, un grupo de 200 actores, directores y demás profesionales del séptimo arte publicaron un escrito contra la institución hoy señalada. En el texto argumentaban que la voluntad para reformar la Academia se quedaba muy corta. «Además, le reprochaban que no representa toda la pluralidad del cine francés», cita EFE.
Los artistas firmantes del referido comunicado resaltaron la poca claridad de las cuentas de la Academia, así como no tener voz ni voto sobre ella, ni sobre los premios César.
El caso Polanski
Otra de las causas de la renuncia en bloque de la directiva de la Academia francesa fue el caso del mítico director Roman Polanski, prófugo de la justicia estadounidense y quien vive desde hace varios años en Francia.
Si bien el mundo del cine reconoce y premia los excelentes trabajos de Polanski, agrupaciones contra la violación y grupos feministas condenan al artista por su larga lista de señalamientos de abusos sexuales y, lo peor, a menores de edad.
Es por ello que organizaciones como Osez le Feminisme (colectivo feminista contra la violación), Asociación Internacional de Víctimas del Incesto y Tolerancia cero firmaron una carta abierta que fue publicada en el diario Le Parisien, y referida por El Clarín de Argentina, en la que pedían que el filme de Polanski no fuese premiado.
El texto se titula: Si la violación es un arte, dale a Polanski todos los César. «Las agrupaciones anunciaron que protestarán contra la ceremonia para decir «no» a la celebración de un violador que silencia a sus víctimas», cita el medio sudamericano.
Los colectivos argumentan que en 2019, cuando J’accuse se llevó el Gran Premio del Jurado en Venecia, dicho festival premió a un «violador en fuga», ya que el cineasta se declaró culpable de haber violado a Samantha Geimer en 1977, cuando esta tenía 13 años de edad.
Pero los casos no paran ahí. En 2017 la actriz Renate Langer denunció que el cineasta la había violado cuando ella tenía 15 años. Ese mismo año, el realizador del Bebé de Rosemary fue señalado por la pintora y fotógrafa estadounidense Marianne Barnard, quien dijo que el director abusó de ella cuando tenía 10 años.
El año pasado, otro caso salió a la luz: la actriz francesa Valentine Monnier dijo que fue violada por el director de cine en 1975 y Polanski lo negó rotundamente, indica El Clarín.
«El señor niega en los términos más directos esta acusación de violación», explicó Hervé Témime, el abogado del cineasta y agregó que los hechos, en caso de ser ciertos, ya estaban prescriptos.
Fuentes: EFE, El Clarín