Antonio Finelli ha residido durante 68 en Reino Unido. Es un anciano de 95 años al que el Ministerio del Interior inglés le ha pedido presentar pruebas de residencia para permanecer en ese país después del Brexit.
Finelli llegó en 1952. en una de las convocatorias para trabajadores inmigrantes en la reconstrucción de los destrozos de la Segunda Guerra Mundial.
Tras 40 años de trabajo y 32 de pensión, el hombre ha de presentar un mínimo de 80 páginas de registro bancario para residir. El Ministerio de lnterior, sin embargo, le ha notificado de que no existen registros de su vida en el país, reseñó el diario La Vanguardia.
“He recibido mi pensión y he trabajado aquí toda la vida, así que no entiendo por qué tengo que dar mis registros bancarios a la administración”, afirmó Finelli. “Ha sido una sorpresa porque yo recibí mi certificado de residencia cuando llegué”.
Dimitri Scarlato, voluntario de Inca CGIL, un centro de consulta para italianos residentes en Inglaterra, advierte del estrés que genera esta situación en las personas de avanzada edad. Teme que el Brexit afecte a miles de pensionistas que no están registrados en la base de datos digital del Departamento de Trabajo y Pensiones.
“He procesado más de 500 peticiones y la mitad de ellas son de ancianos. El registro no tiene información sobre ellos, y les han pedido permisos de residencia a pesar de que han cobrado sus pensiones desde los 50 y los 60”, afirmó Sacarlato.
El Brexit ha puesto en situación de vulnerabilidad a muchos ancianos que llevan décadas residiendo en el país y que no comprenden por qué la administración les reclama ahora tantos documentos.
El ministerio se ha negado a responder si existen problemas de digitalización en los registros de las pensiones. Otras maneras de demostrar la residencia son los registros médicos, cheques o donaciones benéficas.
Brexit es una abreviatura de las palabras inglesas Britain (Gran Bretaña) y exit (salida), y es el término acuñado para referirse a la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE).
Reino Unido se sumó al bloque continental, actualmente conformado por 28 países, el 1 de enero de 1973, pero en junio de 2016 los británicos decidieron abandonar la UE y poner fin a una relación de más de cuatro décadas, informó el portal BBC News.
Entre otras aspectos, la pertenencia a la Unión Europea implica la aceptación de las llamadas «cuatro libertades fundamentales»: la libre circulación de trabajadores, mercancías, servicios y capitales.
Y el principal argumento de la campaña a favor de la salida fue que con el Brexit los británicos iban a «recuperar el control» sobre sus propios asuntos, en particular sobre sus fronteras, lo que permitiría un mejor control de la migración.