Para conmemorar el Mes de la Historia Negra, casa de cambio de monedas digitales, ha lanzado una campaña publicitaria con el argumento de que las criptomonedas pueden ayudar a abordar la injusticia racial en el sector financiero.
Como parte de la campaña, el exchange publicó un post en su blog el 13 de febrero con los resultados de una encuesta que realizó en los Estados Unidos y el Reino Unido.
El quid de la encuesta de Coinbase se centra en la noción de que blockchain y las criptomonedas, como tecnologías de confianza con funcionalidad seudónima, serían más imparciales respecto a los colores de piel que los servicios financieros tradicionales.
Basado en una muestra de 5,126 encuestados, los datos de Coinbase parecen indicar que solo uno de cada tres afrodescendientes estadounidenses percibe el sistema financiero como igualmente accesible para las personas de todas las etnias.
Además, el doble de afrodescendientes estadounidenses reportaron que habían sido impactados negativamente por su raza o género dentro del sistema financiero tradicional: la cifra fue de 48% en comparación con el 24% de blancos estadounidenses.
Esta experiencia negativa se traduce ostensiblemente en un aumento de la receptividad a las criptomonedas: el 70% de los estadounidenses afroaméricanos respondieron que estaban interesados en aprender más sobre las criptomonedas, en comparación con el 42% de los americanos blancos.
¿Una panacea para la justicia social?
Como una voz que apoya que las criptomonedas sean un instrumento financiero equitativo, Coinbase cita a Vernon Johnson, cofundador y director técnico de la empresa blockchain Yup. Él argumenta que:
“Muchas transacciones en criptomonedas son seudónimas y no requieren que se revele tu identidad en el mundo real, lo que puede aliviar algunas de las aprensiones sobre la discriminación racial en Finanzas 1.0. Se hace mucho más difícil percibir la identidad racial en un mundo en el que las identidades reales de las personas son ofuscadas.”
Johnson añade que, con las criptodivisas, el acceso a los servicios financieros se basa únicamente en la reputación digital y el historial de transacciones de los individuos, prescindiendo de la necesidad de reuniones en persona o de la divulgación de documentos de identidad.
Sin embargo, como las normas de «Conoce a tu cliente» siguen siendo más estrictas en todos los países –el propio Coinbase exige una identificación con fotografía para el registro-, esta línea dura y rápida entre las criptomonedas y las finanzas tradicionales en lo que se refiere al seudónimo se está erosionando.
De hecho, el propio criptoespacio también es propenso a sus propios prejuicios. Como se ha informado anteriormente, la gran mayoría de la participación de la comunidad de Bitcoin es masculina y a menudo puede ser sorda en cuanto a la falta de mujeres que participan en el espacio. En 2018, solo 3 de los 88 oradores de la Conferencia Norteamericana de Bitcoin eran mujeres.
Cortesía de Marie Huillet Cointelegraph
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