En América Latina hay ocho millones de personas que mastican coca, planta con poderosas cualidades medicinales y alimenticias. El respeto de esta mileria tradición llevó al gobierno de Bolivia a pedir sacar dicha planta del listado de sustancias prohibidas de la ONU y plantear interesantes formas de comercialización.
No podía ser otro gesto. Evo Morales, que de cocalero se trasformó en presidente de Bolivia, acullicó hoja de coca en su discurso ante la plenaria de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), de la ONU, realizado en Viena durante la semana pasada.
“La masticación es esto —dijo Morales mientras ponía en su boca una hoja de coca—, no hace daño a nadie. No porque acullico soy narcodependiente. De ser así, el señor Costa me debería llevar a la cárcel”.
Morales agregó que “esto es una hoja de coca, no es cocaína, es parte de una cultura. No es posible que esté en la lista de estupefacientes de Naciones Unidas (…). Yo soy productor de esta hoja de coca. No por productor soy narcotraficante (…) Consumí intensamente durante diez años la hoja de coca cuando trabajaba en la agricultura y no me siento desnutrido, y llevo 50 años de vida”.
En su discurso, Morales también dijo que el mascado de coca (acullicu o pijcheo) se remonta a 3 mil años antes de Cristo y es un hábito practicado por millones de personas en Bolivia, Perú, el norte de Argentina, Chile, Ecuador y Colombia. Esta práctica “ayuda a mitigar las sensaciones de hambre, da energía durante largas jornadas laborales y mejora el desarrollo del metabolismo en altura”- sostuvo Morales..
“El alcaloide de la cocaína, que se encuentra en proporciones inferiores al 0,8 por ciento en la hoja de coca y que se ingiere por vía oral mediante el mascado, no es estable en un medio ácido como el estómago y se hidroliza en su interior”- reseñó el mandatario.
A su juicio las prohibiciones de la ONU a este hábito son graves errores que atentan contra los derechos de los pueblos indígenas consagrados en distintas declaraciones de organismos internacionales, como la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, que en uno de sus artículos preserva el patrimonio cultural, conocimientos tradicionales y las manifestaciones científicas y tecnológicas de estas comunidades.
El gesto de mandatario fue aplaudido por varias delegaciones del encuentro.
También Morales expresó su esperanza en que su homólogo estadounidense, Barack Obama, cambie la política antidrogas de ese país y contribuya en la campaña boliviana de despenalización de la hoja de coca.
La invitación es un gesto de Morales en la tensión que hay entre Bolivia y Estados Unidos, luego de que el país altiplánico cancelara las operaciones en el Chapare a la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo (USAID), y que en noviembre del 2008 fuera expulsada de dicho país la Agencia Americana Antidrogas (DEA).
El presidente boliviano adelantó que podría tardar a lo menos 18 meses el retiro de la hoja de coca del listado de sustancias prohibidas de Naciones Unidas.
PROHIBICIÓN DE LA HOJA DE COCA
La hoja de coca, la misma que puedes encontrar en la Vega o en supermercados, está indexada en el Listado I de sustancias psicotrópicas establecido por Naciones Unidas en 1961. Si la publicidad del Conace repitiera lo que difunde sobre la marihuana, veríamos a una bolsita de té de coca convirtiendo en un energúmeno a alguien o a un indígena que masca en un peligroso sujeto. Nada más alejado de la realidad y de la práctica milenaria de los pueblos andinos, que la consideran sagrada.
Hoy el Artículo 384 de la nueva Constitución boliviana dice que el Estado debe proteger la coca al ser un patrimonio cultural, recurso natural de la biodiversidad del país y factor de cohesión social.
La medida despertó el rechazo de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), que sigue exigiendo la erradicación del masticado de coca o el mate hecho con la planta. de coca, y recientemente del gobierno de EEUU, que en su Informe sobre la Estrategia para el Control Internacional de Narcóticos 2009, puso a Bolivia en el grupo de los países de “gran preocupación”, argumentando un excesivo cultivo de coca.
Pese a ello la campaña de revalorización de la coca emprendida por el Ejecutivo boliviana ya cuenta con respaldos. El Parlamento Europeo aprobó el año pasado un informe que pide a sus miembros que colaboren con las organizaciones de la sociedad civil comprometidas en la promoción de sustancias derivadas de la hoja de coca para usos legales.
La idea es que al descriminalizar el cultivo de la hoja de coca en la región Andina y permitir el mercado de los productos de hoja de coca, se puede introducir un sistema de control del cultivo más efectivo y justo y crearse perspectivas para un desarrollo sostenible en las zonas de cultivo de esta planta.
Beatriz Negrety, antropóloga, sostiene que “en Bolivia, la hoja de coca es un símbolo de la identidad de los pueblos andinos y motivo de resistencia a las violencias políticas impuestos por los gobiernos que no compartían con que la hoja de coca era el centro de las practicas culturales”.
CUALIDADES DE LA HOJA DE COCA
La hoja de coca es rica vitaminas A, B y C, calcio, hierro, fósforo, fibras, proteínas y calorías. Los primeros registros que datan de su uso como alimento en la región andina datan de hace 4.500 años.
Al igual que el té, que contiene teína y el café (cafeína), la coca es una planta alcaloide, entre los que se halla la cocaína, presente en una cantidad entre 0,5 y 1,1% en las hojas de coca. Al masticarse en combinación con saliva y cenizas, como se usa en Los Andes, se descompone y se transforma en ecgonina, sustancia contribuye a quemar las grasas acumuladas en el hígado generando glucosa, o sea, energía.
Según un estudio hecho por la Universidad de Harvard en 1978, consumir hoja de coca no tiene efectos secundarios negativos, actuando como un estimulante leve, anti depresivo y anestésico local. Además mejora la función del estomago, músculos y garganta y puede ser usada para tratar obesidad y diabetes.
En 1997, Rosa Urrunaga, bióloga, agregó entre las cualidades de la coca están ser analgésica, bajar la temperatura, afrodisíaca, impide la sensación del hambre, depurativa, purifica la sangre, ayuda a superar el estrés y tiene propiedades anticancerígenas.
NOVEDOSA FORMA DE DISTRIBUCIÓN
El gobierno boliviano decidió industrializar los diversos usos de la coca y que los mismos productores gocen los beneficios que ello conlleva. Junto a ENCOD están desarrollando un modelo de comercialización sostenible de derivados tradicionales de coca en Europa bajo un estricto control social y gubernamental y según los parámetros del comercio justo entre el productor y consumidor.
Joep Oomen, de ENCOD, dijo a El Ciudadano que “queremos poner acento en la sostenibilidad, transparencia y relaciones iguales generando nuevas reglas al modelo actualmente vigente, caracterizado por el pensamiento liberal dominante en el mundo hasta hace muy poco. Es injusto que la hoja de coca solamente puede ser aprovechada por empresas occidentales, como las que producen cocaína para su uso médico o la Coca Cola. Deberían ser los propios productores que deberían participar en la creación del plusvalor de su materia prima mediante la industrialización y exportación al mercado occidental. Como tenemos que organizar este mercado a pequeña escala (a fines de esquivar la absurda prohibición de la hoja de coca en el continente europeo) no necesitamos empresas grandes de distribución”.
El Ciudadano
Especial Política de Drogas