El pacto lo firmaron Estados Unidos y los talibanes el pasado 29 de febrero; pero este lunes, los insurgentes anunciaron que retomaban los ataques
Dos días después de que Estados Unidos y representantes del grupo insurgente Talibán firmaran un acuerdo de paz, este lunes 2 de marzo se registró un atentado cerca de un campo de fútbol del distrito de Nadir Shah Kot, en la provincia de Khost, al sureste del Afganistán.
De acuerdo con los reportes de agencias internacionales, el hecho dejó al menos tres civiles muertos y otros siete heridos, cuando una carga de explosivos colocada en una motocicleta estalló en el lugar.
Sobre lo ocurrido, el portavoz del gobernador provincial, Talib Mangal, informó que “todos los civiles que resultaron heridos en la explosión han sido llevados al hospital por las fuerzas de seguridad y actualmente reciben tratamiento”.
Hasta el momento, ningún grupo se ha adjudicado la autoría del hecho y la policía aún está en proceso de investigación en el lugar del atentado, reseñó Telesur.
Cuando el pasado 29 de febrero los representantes de EE. UU. y el Talibán firmaron el acuerdo de paz, después de más de 18 años de conflicto y tras 18 meses de negociaciones directas en Doha, la Casa Blanca y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) pactaron retirar sus tropas si el grupo insurgente cumplía lo acordado.
Sin embargo, el portavoz de los insurgentes, Zabihullah Mujahid, dijo este lunes a medios internacionales que sus muyahidines (combatientes) no atacarán a las fuerzas extranjeras, pero que sus «operaciones contra las fuerzas del Gobierno de Kabul continuarán».
Por otro lado, el mandatario afgano, Ashraf Ghani, y el presidente ejecutivo, Abdullah Abdullah, discrepan sobre el equipo que debe participar el próximo 10 de marzo cuando se tiene previsto el inicio de las conversaciones entre el Gobierno y el movimiento talibán para la pacificación del país.
Según trascendió en algunos medios, Ghani sugirió que el grupo no debería tener más de ocho miembros y Abdullah Abdullah manifestó su desacuerdo y acusó al Gobierno de monopolización del proceso de paz. “Esa fue la razón por la cual algunos políticos no asistieron a la ceremonia del sábado (29 de febrero)” , acotó el presidente ejecutivo.
A finales del año pasado, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) advirtió que la guerra en Afganistán seguía causando estragos entre los civiles. En un comunicado, el enviado especial del secretario general de la organización para ese país, Tadamichi Yamamoto, reconoció «con extrema tristeza que las bajas civiles en los últimos 10 años superaron recientemente las 100.000».
Estados Unidos intervino en 2001 en Afganistán, con el argumento de derrocar a los talibanes. Pero, más de 18 años después, el grupo armado está actualmente lejos de ser destruido, refirió HispanTV.
Fuentes: Telesur, HispanTV, BBC Mundo, Prensa Latina.