La tarde del lunes el portal de Radio Bío Bío publicaba a las 18:30 horas que Nicolás Ríos, formalizado por un supuesto lanzamiento de artefacto explosivo, debía volver a la medida cautelar de prisión preventiva, esto luego de que la Corte de Apelaciones de Santiago revocara el arresto domiciliario parcial que se le había otorgado el 25 de febrero.
Lo inesperado fue que tanto la familia de Ríos como su abogado, Lorenzo Morales, se enteraban por medio de la prensa del cambio de medida cautelar. Si bien habían estado gran parte del día en la Primera Sala de ese tribunal de alzada esperando justamente la resolución, a Morales no se le notificó que su defendido debía volver al centro penitenciario Santiago 1.
Así lo demuestra un documento enviado por el defensor de Ríos al 7° Juzgado de Garantía de Santiago, en el que indica que no se le notificó a ninguno de sus correos electrónicos el cambio de cautelar. «A eso de las 16 horas se firmó por un juez de garantía una orden de aprehensión, no se ha notificado a este defensor», advirtió Morales.
Más tarde, a las 19:00 horas, llegaron más de 20 carabineros de civil a buscar a Nicolás para llevárselo a una comisaría.
Conducto regular
De acuerdo a lo que explica Morales, al fallar la Corte se le debe notificar al abogado defensor y emitir una orden de detención. Luego de eso, se detiene al imputado, se le lleva al juzgado donde se le hace un control de detención y se le traslada al penal donde se encontraba cumpliendo anteriormente la medida cautelar, en este caso Santiago 1.
En esta oportunidad, de acuerdo a la información proporcionada por su familia, se sacó a Ríos de su casa sin haber notificado previamente a su abogado, se le llevó a la 12° Comisaría de San Miguel -donde pasó toda la noche-, para a la mañana siguiente ser trasladado al juzgado, donde se le hizo el debido control de detención antes de ser trasladado a Santiago 1.
Nicolás Ríos fue detenido de forma irregular desde las faldas del Cerro Santa Lucía el pasado 10 de enero. Está imputado por el supuesto lanzamiento de bomba molotov. Sin embargo, el examen de hidrocarburos arrojó que no tenía rastros ni en su ropa ni en sus manos, solo en un dedo de un guante que se supone era parte de sus pertenencias, lo que no ha sido todavía corroborado.
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