Varias revueltas de presos se desataron esta tarde en al menos cuatro cárceles del estado brasileño de Sao Paulo, con un saldo preliminar de al menos 1.500 reos fugados, refiere el diario Folha de S. Paulo.
De acuerdo a los medios locales, los reos aparentemente se amotinaron contra las autoridades por las medidas de restricción para el combate del coronavirus. Una parte de los reclusos temía perder su beneficio de permiso temporal o el derecho a visitas, mientras el Gobierno trata de evitar la propagación del virus.
«La medida fue necesaria porque beneficiaría a más de 34.000 sentenciados del régimen semiabierto que, retornando a las cárceles, elevarían el potencial para contaminar y propagar el coronavirus en una población vulnerable, generando riesgos a la salud de servidores públicos y de los custodiados», informó un comunicado de la Secretaría de Seguridad Pública de Sao Paulo.
El texto agrega tanto el Grupo de Intervención Rápida (GIR) como la Policía Militar del Estado se están ocupando de la situación y «aun se está realizando el conteo para determinar el número exacto de fugitivos».
Según Estadao, las revueltas ocurrieron en los recintos penitenciarios de Mongaguá, Tremembé, Mirandópolis y Porto Feliz.
Con información de RT
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