Durante los últimos días se han difundido varias informaciones referentes a pacientes que contrajeron el coronavirus COVID-19, se curaron y luego recayeron con la misma enfermedad.
Estos casos han sido confirmados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que sugiere a las personas curadas continuar en cuarentena para verificar que definitivamente no padezcan ni propaguen el virus.
Esta situación preocupa a los médicos, debido a la virulencia del COVID-19, calificado como pandemia puesto que ya afecta a 160 150 países, con más de 240 mil infectados, solo unos 85 mil curados y casi 10 mil muertes.
Según informó el diario El País, un padre y su hija, ambos de la provincia china de Jiangsu, son los últimos casos conocidos de pacientes curados de coronavirus que vuelven a infectarse a los pocos días. Se trata de recaídas que preocupan y alertan ante la dificultad que significa erradicar el virus.
De acuerdo con el reporte, el hombre había sido dado de alta dos semanas atrás, pero se realizó una nueva prueba que dio positivo. Asimismo sucedió con la pequeña, por lo que ambos volvieron a ingresar al hospital.
El recontagio sucedió también en Japón, donde días antes se difundió la historia de una mujer que se había contagiado en enero y que en febrero había recibido el alta. Sin embargo, el pasado 26 de febrero volvió a presentar síntomas compatibles con el COVID-19.
En Wuhan, epicentro de la epidemia, imponen un aislamiento de 14 días a quienes se den por sanados, ante la noticia de que existen curados que vuelven a dar positivo.
China entera presenta casos de reinfectados. Incluso, un estudio realizado con pacientes ya curados y dados de alta en la provincia de Cantón muestra que alrededor del 14 % dio nuevamente positivo, según informó la revista Caixin.
¿Por qué hay recaídas?
Una de las razones que se esgrimen para explicar las recaídas es que en el cuerpo del paciente haya quedado una pequeña cantidad de virus que permite que se reproduzca y que el organismo vuelva a dar positivo, si aún no se han desarrollado los anticuerpos necesarios.
La Comisión Nacional de Salud en China anunció que los primeros exámenes de los pacientes reinfectados demostró que no son infecciosos.
Además, existe la posibilidad de que las pruebas para dar el alta se hayan realizado de forma incorrecta o que hayan mostrado falsos negativos. Incluso, Li Wenliang, el médico que alertó sobre una crisis y que murió de COVID-19 el 6 de febrero, dio negativo varias veces antes de dar positivo.
En rueda de prensa, el subdirector del Centro para el Control y Prevención de enfermedades de Cantón, Song Tie, declaró que ninguno de los pacientes infectados por segunda vez parece haber contagiado a las personas de su alrededor.
«Por lo que entendemos, después de que alguien haya sido infectado por este tipo de virus, producirá anticuerpos, y después de que estos anticuerpos se hayan producido, no será contagioso».
«Es una pauta que se ha dado en brotes de otras enfermedades», observó Christl Donnelly, especialista en epidemiología del Imperial College London y la Universidad de Oxford, citada por agencias de noticias.
La experta recordó el ébola de África Occidental como ejemplo en el que se presentaron recontagios.
«También es posible que ocurra como en el caso del herpes zóster, consecuencia de una infección anterior con el virus de la varicela, en el que el virus quede latente en alguna parte del cuerpo«, añadió.
De acuerdo con Donnelly, aún no se sabe si estos afectados pueden infectar a otras personas.
OMS pide mantener aislamiento preventivo
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, subrayó que los infectados con COVID-19 pueden todavía contagiar a otras personas tras recuperarse, por lo que su aislamiento debe continuar al menos 15 días después que dejen de tener síntomas.
«Aún pueden contagiar a otros después de que dejen de sentirse mal, por lo que las medidas (de aislamiento) deben prolongarse al menos dos semanas después de que los síntomas desaparezcan», señaló el médico etíope en rueda de prensa en Ginebra, al comentar especialmente la situación de quienes se recuperan de la enfermedad en sus casas.
Tedros añadió que en estos casos quienes los cuiden tienen que ser personas con buena salud y no pertenecientes a grupos de riesgo, han de lavarse las manos tras entrar en contacto con el paciente y no se debe permitir ninguna otra visita.
«Cuidar personas contagiadas en casa puede poner a personas de una misma familia en riesgo, así que es crítico que los cuidadores sigan las pautas de la OMS para brindar los cuidados más seguros posible», dijo.
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