Los cannabinoides(1), componentes activos del cannabis y sus derivados, ejercen efectos paliativos en pacientes con cáncer mediante la prevención de las náuseas, el vómito y el dolor y la estimulación del apetito. Además, estos compuestos inhiben el crecimiento de células tumorales en animales de laboratorio (ratones y ratas). Sin embargo, por el momento no hay evidencia sólida que demuestre que los cannabinoides, ya sean naturales o sintéticos, puedan de manera eficaz curar el cáncer a los enfermos, aunque en todo el mundo se llevan a cabo investigaciones para intentar probarlo.
Hay una completa sección de FAQ (que incluye referencias científicas) sobre los cannabinoides y el cáncer en la página web del Cancer Reseach UK así como en la web del Natinal Cancer Institute of the US. He aquí un resumen comentado de dicha información.
¿QUÉ ES EL CÁNCER?
El cáncer es un término amplio utilizado para las enfermedades en las que células anormales se multiplican sin control y suelen ser capaces de invadir otros tejidos, causando metástasis y altas tasas de mortalidad y morbilidad. El cáncer no es una sola enfermedad, sino muchas: han sido bien identificados más de 100 tipos diferentes desde un punto de vista histopatológico por la OMS y, muy probablemente, hay cientos, si no miles, de tipos según perfiles moleculares y genéticos.
La mayoría de los cánceres se denominan por el órgano o tipo de célula en la que se inicia. Además, los distintos tipos suelen agruparse en las siguientes categorías generales:
– Carcinoma: cáncer que empieza en la piel o en los tejidos que revisten o cubren los órganos internos.
– Sarcoma: cáncer que comienza en el hueso, el cartílago, la grasa, el músculo, los vasos sanguíneos u otro tejido conjuntivo o de sostén.
– Leucemia: cáncer que se origina en los tejidos que forman la sangre, como la médula ósea, y causan la producción de un gran número de células sanguíneas anormales que se incorporan a la sangre.
– Linfoma y mieloma: cánceres que comienzan en las células del sistema inmune.
– Cánceres del sistema nervioso central: que se originan en los tejidos del cerebro y la médula espinal.
Conclusión: El cáncer es una enfermedad muy grave y heterogénea, por lo que su lucha terapéutica sigue siendo un reto muy difícil. Por tanto, los cannabinoides podrían ejercer efectos beneficiosos en algunos tipos de cáncer, pero no en otros.
¿LOS CANNABINOINDES INHIBEN EL CRECIMIENTO DEL CÁNCER?
Prácticamente todas las investigaciones llevadas a cabo hasta ahora sobre cannabinoides y células cancerosas se han realizado utilizando células de cáncer cultivadas en el laboratorio o en modelos animales. Según muchos estudios científicos, diferentes cannabinoides (naturales y sintéticos) ejercen una amplia gama de efectos inhibidores del crecimiento de las células cancerosas, incluyendo:
– Activación de la muerte celular, a través de un mecanismo llamado apoptosis.
– Supresión de la división celular.
– Inhibición de la formación de nuevos vasos sanguíneos en los tumores, un proceso denominado angiogénesis.
– Reducción de las posibilidades de que las células cancerosas metastaticen al resto del cuerpo, impidiendo que las células migren o invadan los tejidos vecinos.
– Aceleración de la «máquina de eliminación de residuos» interna celular (proceso conocido como autofagia), que puede conducir a la muerte celular.
Conclusión: Los cannabinoides son fármacos eficaces para el tratamiento de, al menos, algunos tipos de cáncer en animales de laboratorio (ratones y ratas).
EVIDENCIA EN HUMANOS
Como se mencionó anteriormente, básicamente toda la investigación realizada para demostrar si los cannabinoides pueden curar el cáncer se ha hecho en el laboratorio. Por tanto, es importante ser muy cauteloso al extrapolar estos resultados a pacientes reales, los cuales son mucho más complejos que una placa de Petri o un ratón. Los informes anecdóticos sobre el uso del cannabis han sido históricamente útiles al proporcionar pistas sobre los procesos biológicos controlados por el sistema endocannabinoide y sobre los posibles beneficios terapéuticos de los cannabinoides. En el caso preciso del cáncer hay una notable presencia de videos e informes en Internet argumentando que el cannabis puede curar el cáncer. Estas afirmaciones anecdóticas pueden ser completa o parcialmente ciertas en algunos casos, pero en general siguen siendo (al menos hasta la fecha) débiles y oscuras. Por ejemplo:
– No se sabe si el (supuesto) efecto del cannabis se debió a un efecto placebo.
– No se sabe si el tumor (supuestamente) dejó de crecer por motivos naturales/endógenos (algunas regresiones espontáneas son debidas a las defensas antitumorales del organismo).
– No se sabe cuántos pacientes han tomado cannabis y no han obtenido ningún beneficio terapéutico, es decir, cuál es la (supuesta) eficacia de la terapia a base de cannabis.
– Como la mayoría de los pacientes probablemente han pasado por la terapia estándar antes o simultáneamente al consumo de cannabis, no sabemos si el (supuesto) efecto del cannabis se debió (al menos en parte) a la terapia estándar, quizá reforzada por cannabis, aunque no tenemos ninguna prueba.
– No sabemos cuáles son los parámetros de progresión tumoral que han sido monitorizados y durante cuánto tiempo el enfermo ha sido objeto de seguimiento. Muchos efectos potencialmente beneficiosos de los fármacos antineoplásicos (o del cannabis en este caso) son acciones a corto plazo, pero ¿qué ocurre con la supervivencia libre de progresión a largo plazo y con la supervivencia global?
– El cáncer es una enfermedad muy heterogénea, y hasta ahora ningún científico ha reunido un número suficiente de pacientes para estudiar un determinado tipo de cáncer y poder apoyar la idea de que los cannabinoides sean fármacos eficaces para dicho tipo de cáncer.
Conclusión: Aunque es posible (y deseable, por supuesto) que preparados de cannabis hayan ejercido alguna actividad antineoplásica en algunos enfermos concretos con cáncer, la evidencia anecdótica actual sobre este tema es bastante pobre y, por desgracia, sigue lejos de apoyar que los cannabinoides sean medicamentos eficaces contra el cáncer para grandes poblaciones de pacientes.
¿QUÉ DICE LA INVESTIGACIÓN CLÍNICA?
Los resultados publicados hasta ahora son sólo la Fase I de un ensayo clínico para probar si los cannabinoides son seguros y pueden atenuar el cáncer en los enfermos. Nueve personas con glioblastoma multiforme recurrente, el tumor cerebral más agresivo, en estado avanzado y a quienes les había fallado previamente la terapia estándar recibieron THC altamente purificado a través de un catéter directamente en su cerebro. En estas condiciones la administración del cannabinoide fue segura y podría lograrse sin efectos no deseados. Además, aunque no se pueden extraer conclusiones estadísticamente significativas de un pequeño grupo de pacientes y sin un grupo de control, los resultados obtenidos sugieren que algunos respondieron, al menos en parte, al tratamiento con THC en términos de disminución de la tasa de crecimiento del tumor, como se pudo confirmar por análisis de imagen y biomarcadores. Estos resultados son alentadores y sustancialmente refuerzan el interés en el potencial uso de los cannabinoides en el tratamiento del cáncer. Sin embargo, hay que destacar también la necesidad de seguir investigando para optimizar el uso de los cannabinoides en términos de selección de los pacientes, combinación con otros agentes antitumorales y uso de otras vías de administración.
Conclusión: Hay todavía muchas preguntas sin respuesta sobre el uso potencial de los cannabinoides como medicamentos contra el cáncer, y es necesario y deseable que se lleven a cabo estudios clínicos exhaustivos para determinar cómo se pueden utilizar los cannabinoides, aparte de por sus efectos paliativos, para el tratamiento de pacientes con cáncer.
Manuel Guzmán
*Profesor del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad Complutense de Madrid, España. Coordina el Grupo de Señalización por Cannabinoides de dicha universidad.
NOTAS:
1- Cannabinoides: Define los cannabinoides naturales de la planta de cannabis y más genéricamente incluye todos los productos químicos o sus derivados que se acoplan a los receptores cannabinoides.
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