La doctrina Monroe y las intervenciones de EE.UU. en América Latina

Hace décadas que en nuestro continente se dejó de recordar términos políticos como “Doctrina Monroe” y “Patio trasero de EEUU” en referencia a América Latina, como se dejó de mencionar las reiteradas intervenciones militares directas de EE

La doctrina Monroe y las intervenciones de EE.UU. en América Latina

Autor: Mauricio Becerra

Hace décadas que en nuestro continente se dejó de recordar términos políticos como “Doctrina Monroe” y “Patio trasero de EEUU” en referencia a América Latina, como se dejó de mencionar las reiteradas intervenciones militares directas de EE.UU. o las indirectas conspirando y derrocando a Gobiernos o imponiendo otros.

No se trata de un olvido o amnesia, sino la consecuencia natural de los cambios profundos logrados en muchos de nuestros países, donde Gobiernos y pueblos se han dedicado a la construcción de sus sociedades y economías tomando sus destinos en sus propias manos, abriendo un hermoso camino presente hacia el futuro de sus familias, hijos y nietos. Este trajín de edificar el futuro no era para anclarse en recordar un pasado ignominioso de las imposiciones del imperialismo norteño.

Pero he aquí que el exabrupto de John Kerry, secretario del Departamento de Estado de Washington frente al Comité del Asuntos Exteriores del Capitolio, quien recordó a los congresistas que América Latina es su patio trasero, al cual hay volver con vigor. La amenaza, además de la soberbia, era explícita, aun más en el contexto de la violencia desatada en la Venezuela bolivariana como consecuencia del intervencionismo de EEUU. La ola de indignación cruzó a lo largo y ancho del nuestro continente. Este punto ocupó grandes espacios mediáticos y no será el tema del suplemento. Lo serán los otros, los casi olvidados asuntos de la Doctrina Monroe, el patio trasero y las múltiples intervenciones de EEUU en nuestro continente.

Noción y contexto histórico de la Doctrina Monroe

En realidad James Monroe fue el presidente que anunció la doctrina en 1823, pero quién la formuló fue John Quincy Adams, entonces uno de sus asesores, aunque posteriormente llegó a la Casa Blanca. Estados Unidos en aquellos años se enfrentaba al dilema de la posible restauración de los dominios coloniales europeos en los recién independizados países latinoamericanos. Los demás asesores de Monroe aconsejaban establecer una fuerte cooperación con Inglaterra. Adams aconsejaba que EEUU debiera mantener su independencia y su fuerza actuando por sí solo. Ésta fue la opción adoptada por el presidente Monroe.

El contenido relativamente anticolonial que tuvo la doctrina en sus orígenes implicó la aplicación de conceptos concretos, la de las dos esferas. La esfera europea y la esfera americana, y el principio de la no intervención de ninguna parte en la otra esfera.

Sin embargo, con apoyo u omisión cómplice de Estados Unidos, después de la adopción de la doctrina Monroe, se produjeron intervenciones europeas en países americanos. Entre ellas se cuenta la ocupación de las Islas Malvinas por parte de Gran Bretaña en 1833, el bloqueo de barcos franceses a los puertos argentinos entre 1839 y 1840, la invasión española a la República Dominicana entre 1861 y 1865, la intervención francesa en México entre 1862 y 1865, la ocupación inglesa de la costa de los Mosquitos (Nicaragua) y la ocupación de la Guayana Esequiba por Inglaterra en 1895.

Theodore Roosevelt y la doctrina Monroe o la política del Gran Garrote

Con su nueva realidad imperialista a principios del siglo XX, Estados Unidos reafirmó la doctrina Monroe, y el presidente Theodore Roosevelt emitió el Corolario de 1904 (Corolario Roosevelt) para la interpretación del doctrina Monroe. Es decir, la política del Gran Garrote o Big Stick. La expresión es del presidente de Estados Unidos, tomada de un proverbio africano: “habla suavemente y lleva un gran garrote, así llegaras lejos” (speak softly and carry a big stick, you will go far).

En el corolario se afirma que si un país latinoamericano y del Caribe situado bajo la influencia de EEUU amenazaba o ponía en peligro los derechos o propiedades de ciudadanos o empresas estadounidenses, el Gobierno de EEUU estaba obligado a intervenir en los asuntos internos del país “desquiciado” para reordenarlo, restableciendo los derechos y el patrimonio de su ciudadanía y sus empresas. Bajo la política del Gran Garrote se legitimó el uso de la fuerza como medio para defender los intereses —en el sentido más amplio— de los EEUU, lo que ha resultado en numerosas intervenciones políticas y militares en todo el continente.

El Gran Garrote también se refiere a las intervenciones estadounidenses ocasionadas por la “discapacidad” de los Gobiernos locales de resolver asuntos internos desde el punto de vista del Gobierno de Estados Unidos, y protegiendo los intereses de ciudadanos y entidades estadounidenses. En tal sentido, Roosevelt postulaba que los desórdenes internos de las repúblicas latinoamericanas constituían un problema para el funcionamiento de las compañías comerciales estadounidenses establecidas en dichos países, y que en consecuencia los Estados Unidos debían atribuirse la potestad de “restablecer el orden”, primero presionando a los caudillos locales con las ventajas que representaba gozar del apoyo político y económico de Washington (“hablar de manera suave”), y finalmente recurriendo a la intervención armada (el Gran Garrote), en caso de no obtener resultados favorables a sus intereses militares.

Muestras de las múltiples intervenciones de EEUU

En realidad, estas intervenciones no arrancan a partir de la doctrina Monroe, sino la antecedieron, y la doctrina vino a consagrar una política que formaba ya parte de la realidad, como ejemplo se pueden citar:

1798-1800, guerra naval no declarada a Francia: esta disputa incluyó acciones territoriales como las que se llevaron a cabo en la República Dominicana, en la ciudad de Puerto Plata, donde  capturaron un barco francés.

1814-1825, el Caribe. Se libraron repetidos combates entre piratas y barcos americanos en tierra y mar en las inmediaciones de Cuba, Puerto Rico, Santo Domingo y Yucatán.

Éstas no fueron las únicas anteriores a 1823, el año de la declaración de la doctrina Monroe, hubo bastantes otras, todas del mismo signo anunciador de la doctrina.

Ahora bien, dentro del espacio disponible se irán enumerando las intervenciones más importantes en nuestro continente.

1831, Argentina. El 28 de diciembre, enarbolando bandera francesa, la corbeta USS Lexington destruyó Puerto Soledad, Islas Malvinas. Una partida desembarcó y destruyó el asentamiento, tomando prisioneros a la mayoría de sus habitantes.

1835-1836, México. Durante la Guerra de la Independencia de Texas, rancheros y esclavistas toman grandes extensiones de México, al norte del río Bravo. El general estadounidense Gaines ocupa a Nocagdoches, Texas, con el pretexto imaginario de que hay peligro de una “sublevación indígena”. (Recuadro)

1845, México. Anexión de Texas y California, pertenecientes a México. Se conforma el Destino Manifiesto: el hombre blanco debe invadir territorios de pueblos “atrasados”, usurpar sus riquezas esclavizando a sus habitantes.

1846-1848, México. Estados Unidos le declara formalmente la guerra a México con el objetivo de conquistar más tierras; los militares ocupan, por orden del presidente Polk, el territorio entre los ríos Bravo y Nueces para provocar a México. Le arrebatan la mitad de su territorio. En una lucha encarnizada entran en Ciudad de México.

1855. El aventurero estadounidense William Walker, operando en interés de los banqueros Morgan y Garrison, invade Nicaragua y se proclama presidente. Durante sus dos años de gobierno invade también a los vecinos países de El Salvador y Honduras, proclamándose igualmente jefe de Estado en ambas naciones. Walker restauró la esclavitud en los territorios bajo su ocupación.

1890. Estados Unidos forma la Unión Panamericana para acelerar sus planes de convertir a Latinoamérica en su “patio trasero”.

1898, Guerra España-EEUU. Los Estados Unidos declaran la guerra a España en el momento en que los independentistas cubanos tenían prácticamente derrotada a la fuerza militar colonial.

Las tropas norteamericanas ocupan la isla de Cuba, desconocen a los patriotas, y España se ve obligada a ceder a Estados Unidos los territorios de Puerto Rico, Guam, Filipinas y Hawai. En Puerto Rico, desde 1898 hasta 1947, Estados Unidos impuso el gobernador colonial (siempre estadounidense), y éste designaba los funcionarios de su administración, generalmente estadounidenses. El 25 de julio de 2012 se cumplieron 60 años de la fundación del Estado Libre Asociado, fórmula que permitió la elección de gobernador puertorriqueño, reconoció bandera e himno, pero que no alteró su condición colonial.

1903, Colombia. Estados Unidos promueve la segregación de Panamá, que entonces era parte de Colombia, y adquiere derechos para abrir el Canal de Panamá. Años después, el ex presidente Teodoro Roosevelt —el real segregador de Panamá— diría: “Yo tomé la zona del Canal mientras el Congreso debatía.” A Colombia se le pagó posteriormente la ridícula suma de $25 millones en compensación.

1912, Nicaragua. 2.700 marines norteamericanos invaden Nicaragua “para proteger los intereses de Estados Unidos durante un conato de revolución”, dando comienzo a una ocupación que se mantendría casi continuamente hasta 1933.

1914, México. Durante la Revolución Mexicana, la Marina de Estados Unidos bombardea la ciudad portuaria de Veracruz, un ataque aparentemente motivado por la detención de soldados norteamericanos en Tampico. El Gobierno mexicano se disculpa, pero el presidente Woodrow Wilson ordena que la Armada ataque a Veracruz. Cien soldados mexicanos, varios cadetes de la Escuela Naval y grupos civiles resisten con heroísmo. Los ocupantes permanecen durante varios meses. 1914-1917 Campaña de hostilidades no declaradas contra la Revolución Mexicana. El general Pershing invade el norte de México, persiguiendo al revolucionario Pancho Villa.

1926, Nicaragua. Augusto César Sandino se propone crear un ejército popular para combatir a los ocupantes extranjeros. 1926-33, un repunte de actividad revolucionaria provoca el desembarco de 5.000 infantes de marina “para proteger los intereses de Estados Unidos”. Se forma la Guardia Nacional de la familia Somoza. Los infantes de marina realizan grandes operaciones contra el revolucionario Sandino. Estados Unidos realiza entonces el primer bombardeo aéreo en América Latina. Ataca la aldea El Ocotal. Mueren 300 nicaragüenses por las bombas y ametralladoras yanquis. (1928). Después de su retirada, la Guardia Nacional atrapa y finalmente fusila a Sandino (1934). La dictadura militar gobierna por 45 años.

1947, Estados Unidos comienza a imponer paulatinamente el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR).

1948, Fundación de la Organización de Estados Americanos.

1954, Guatemala. La CIA orquesta el derrocamiento del gobierno democráticamente electo de Jacobo Arbenz en Guatemala. Organiza un ejército de exilados derechistas, que, con la ayuda de bombardeos aéreos, ataca la ciudad de Guatemala. El bombardeo prende un golpe interno de fuerzas militares entrenadas por Estados Unidos, con el apoyo de la iglesia. Siguieron casi 40 años de violencia y represión que culminaron en la política de “tierra arrasada” de los años 80. Más de 150.000 personas perdieron la vida. Arbenz había nacionalizado tierras de la empresa estadounidense United Fruit Company

1960, Cuba. El presidente Eisenhower autoriza la realización en gran escala de acciones encubiertas para derribar al gobierno de Fidel Castro.

1961, Cuba. Invasión de Bahía de Cochinos. Una brigada de mercenarios entrenados y dirigidos por EEUU, con apoyo aéreo y logístico, desembarcan en la isla. Los invasores son derrotados en menos de 72 horas en Playa Girón. Desde entonces, las fuerzas de la CIA han desembarcado muchas veces en Cuba para realizar sabotaje, guerra bacteriológica, asesinato, ponerse en contacto con sus agentes, y otros actos hostiles y armados.

1965, República Dominicana. Estados Unidos envía 42.000 efectivos marines al país para reprimir un movimiento que intentaba restaurar en el poder al anteriormente derrocado presidente progresista y democráticamente electo Juan Bosch; alrededor de 3.000 muertos.

1973, Chile. El militar Augusto Pinochet toma el poder en un golpe de Estado apoyado por la CIA en contra del presidente electo Salvador Allende.

1989, Panamá. Fue la invasión décima tercera de EEUU a Panamá. Las autoridades norteamericanas, dirigidas por George H.W. Bush, justificaron la muerte estimada de más de siete mil panameños con la intención de capturar al general Manuel Antonio Noriega por sus presuntos vínculos con el narcotráfico.

1994, Haití. Más de 24 mil efectivos norteamericanos con apoyo de barcos de guerra, helicópteros y modernos medios bélicos invaden Haití con el pretexto de garantizar la transferencia de poder de la cúpula golpista, encabezada por el general Raúl Cedras, al presidente electo Jean Bertrand Aristide.

Cambio Bolivia

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