El aislamiento forzado, introducido en numerosos países para frenar la pandemia de coronavirus, no es un motivo para entrar en pánico sino oportunidad para replantearse la vida, declaró la rusa Anastasía Stepánova, periodista y participante de dos proyectos de simulación de viajes espaciales, Mars 160 y Sirius-19.
«El aislamiento no es un motivo de pánico, sino una oportunidad para reconsiderar la vida, la relación hacia el planeta, la familia, la salud y todo lo que nos rodea», dijo la también periodista espacial.
Durante el proyecto Mars 160 Stepánova pasó un total de cuatro meses en condiciones parecidas a una vida en Marte: los miembros de la misión vivieron en un recinto que simulaba una estación marciana (tres meses en el estado de Utah, en EEUU, y un mes en el Ártico), y podían salir solo en trajes espaciales para realizar investigaciones.
«En la estación marciana me sentí en armonía con la naturaleza y el planeta», evocó.
Mientras, el proyecto Sirius-19 simulaba un vuelo a la Luna: los participantes del experimento permanecieron en una instalación del Instituto de Problemas Médicos y Biológicos de la Academia de Ciencias de Rusia, «sin ver la luz solar durante cuatro meses».
«La estación era totalmente hermética, con su propia atmósfera, sin aire exterior. Fue para poner a prueba a nuestra resistencia física y mental [se realizaron más de 80 estudios], y detectar los cambios en un cuerpo que vive sin la vitamina D», indicó.
Stepánova recuerda que el aislamiento durante los experimentos «fue muy duro».
«Ni siquiera necesitábamos internet, sino que soñábamos con una buena comida, frutas, verduras, carne, mariscos [durante los experimentos teníamos solo alimentos deshidratados que deben ser mezclados con agua para consumirlos]. Resulta que la naturaleza humana consiste en que cuanto más limitaciones tenemos, nuestros deseos se vuelven más ordinarios y cosas tan sencillas como la comida nos traen más alegría», señaló.
Para la periodista espacial rusa, el aislamiento obligatorio impuesto hoy en día «no es una tarea difícil».
«Estamos en hogares cómodos con internet, algo que no teníamos durante los experimentos, (…) uno puede mimarse con la comida favorita, reservar en una tienda online todo lo que le haga feliz, hablar por teléfono, mirar por la ventana y contemplar el sol», afirmó.
Stepánova precisó que aislamiento voluntario y forzado no es lo mismo.
«Una cosa es querer tomar parte en un experimento y otra es es cuando se trata de una medida forzada. En nuestro caso cada uno debe comprender que el aislamiento no es un capricho, sino una medida tomada para salvar a toda la humanidad», subrayó.
También advirtió sobre «perder el control sobre la vida» durante la cuarentena.
«Mantenga un régimen, levántese a la misma hora, (…) luego prepárese un buen desayuno y después puede revisar las noticias y comenzar a trabajar, dedicarse a alguna actividad creativa, leer, arreglar la casa, es decir hacer algo útil», aconsejó.
La periodista espacial llamó a hacer algunos ejercicios físicos, por ejemplo mantener la plancha, «lo que permitirá salir del aislamiento con abdominales y espalda tonificados».
Stepánova también instó a hablar mucho con los familiares, lo que es «lo más valioso».
«Solemos estar persiguiendo algo invisible, ocuparnos por cantidad infinita de asuntos y dejamos de buscar un silencio y armonía en nuestro interior, no pararse un minuto, sino unas horas, un día, exhalar y tomar consciencia de nosotros mismos en este momento preciso. Tenemos la oportunidad de aprender disfrutar unos momentos sencillos y a la vez preciosos», destacó.
Cortesía de Sputnik