El 97 por ciento de la población vulnerable de lobos que viven en la Isla del Príncipe de Gales, en el Bosque Nacional Tongass de Alaska, fue asesinado y desaparecido legalmente durante la temporada de trampeo 2019-2020.
Se trata de una subespecie del lobo del noroeste, que vivían en la isla y las islas circundantes y cuya última estimación de población era de 170, a partir del otoño de 2018.
El terrible reporte fue dado a conocer por el Departamento de Pesca y Caza de Alaska (ADF & G), que anunció que los cazadores habían matado a 165 lobos del Archipiélago Alexander.
En contra parte, los grupos de conservación están pidiendo al Servicio Forestal de los EE. UU. (FS) que tome medidas urgentes para proteger a una población vulnerable de lobos.
En defensa de los lobos
El Centro para la Diversidad Biológica y el Consejo de Conservación del Sureste de Alaska dice que este es un número récord de asesinatos y que la cifra no incluye posibles asesinatos ilegales, que no han sido infrecuentes en el pasado.
«Esta es una cantidad sorprendente de lobos que han sido capturados, y una vez más debe preocuparse la viabilidad de los lobos en la Isla del Príncipe de Gales», dijo Nicole Whittington-Evans, directora del programa de Alaska para Defensores de la Vida Silvestre, en un comunicado.
El grupo exige al Servicio Forestal de los Estados Unidos un compromiso con el Estado en las decisiones de manejo del lobo, para asegurar que esta especie en peligro y su hábitat forestal permanezcan saludables para las generaciones futuras.
Especie en peligro
Los lobos en la isla del Príncipe de Gales se enfrentan a varias amenazas, incluidas la caza y la captura insostenibles, así como la destrucción de su hogar forestal a través de la tala industrial y la construcción de carreteras.
Entre 1994 y 2014, la población de estos lobos disminuyó de una media estimada de 336 a 89, de acuerdo con reportes oficiales.
Sin embargo, estos números cambiaron de forma positiva gracias a estrategias de proteccionistas. Para el otoño de 2017, la población estimada había aumentado a 225 lobos, aunque esto volvió a caer a 170 para el otoño de 2018.
Aun así, la estimación de cifras para el otoño de 2019 no estará lista hasta agosto o septiembre de este año, cuando es probable que sea significativamente menor después de los asesinatos.
El ADF & G, de su parte, levantó todos los límites de captura para la temporada de captura de dos meses que terminó el 15 de enero de 2020, un movimiento controvertido y altamente cuestionado por los proteccionistas.
Meredith Trainor, directora ejecutiva del Consejo de Conservación del Sureste de Alaska, también criticó a las autoridades estatales y federales por permitir que tantos lobos fueran asesinados en la temporada de trampas 2019-2020.
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