Mákina Kandela irrumpe en la escena nacional con fuerza y calidad, distanciándose de inmediato de la nueva oleada de bandas de ritmos caribeños y sabrosones que hoy por hoy proliferan en la capital.
Su primer disco homónimo grabado en los estudios de La Makinita, sello discográfico impulsado por la destacada banda nacional Juana Fe, ya está a la venta, con un mes recargado de conciertos.
Un espectáculo lleno de colores y matices. Cantan a las penurias y a las alegrías de nuestra América, con todo el entusiasmo de las nuevas generaciones, pero con respeto de lo que hicieron los abuelos, una fiesta consciente, que resalta por un sonido único, que conjuga sonoridades de mestizas con gran calidad interpretativa.
Carmen Vilches, voz principal de la banda, comenta como surge el proyecto, cuáles son sus inspiraciones y las rutas que trazan para tiempos futuros.
-Carmen: ¿cómo surge este proyecto musical?
-Mákina Kandela surge el 2010 de la reunión de la mayoría de los músicos que conformaban le extinta banda “La Ceiba”, grupo que se dedicaba a la investigación de la música folclórica de la costa atlántica colombiana. A estos músicos se suman nuevos integrantes provenientes de distintos estilos musicales y se comienza a trabajar con la clara intención de crear una nueva sonoridad, libre de los clichés de la música bailable actuales tan abundantes en la escena local.
-¿Cuáles son las inspiraciones de su primer disco?
-Le cantamos a la gaita, flauta indígena que tiene más de 2000 años de existencia en la región caribe colombiana, y a los tambores africanos que fueron heredados en ésta misma zona, traídos por los esclavos negros y adoptados por el indio y el mestizo. Le cantamos a la libertad, al sentir alegría de vivir. Al amor y desamor, le cantamos a la gente, intentamos despertar conciencia sobre las desigualdades del sistema dominante en las mentes de quien nos baila, llamamos a resistir, a no dejarse vencer, a mantenernos unidos como un solo pueblo.
¿Cuál es la propuesta de este primer disco de Mákina Kandela?
-La primera producción de Mákina Kandela muestra claramente una búsqueda que comienza desde el folclor latinoamericano, y que viaja por sonoridades atípicas, que se intentan combinar con lenguajes provenientes del jazz, del rock y de la música contemporánea, para hacer cantar a los instrumentos con una voz que marca un sello propio.
¿Cuáles son las rutas que quieren seguir como banda?
-La ruta que Mákina Kandela se propone, es alcanzar un circuito internacional de festivales e intercambios con bandas de otros países y otras tradiciones. Continuar la creación, la búsqueda de nuevos colores, de nuevos ritmos y nuevas variaciones de lo que ya existe. El sueño es recorrer el mundo llevando una música que es para todos, comprarnos una micro y realizar la gira que comienza pero no termina nunca.
Por Angie Giaverini y Roberto Mundaca
El Ciudadano Edición 141