Más de 100 personas se intoxicaron por seguir consejos de Trump para el coronavirus

Los servicios de emergencia en Estados Unidos han atendido más de 100 casos de personas intoxicadas por lejía y desifectantes, luego que el presidente de ese país, Donald Trump, afirmara públicamente que estos productos podrían limpiar el organismo del coronavirus.

 “Yo veo que el desinfectante noquea (al coronavirus) en un minuto, y si hay una forma de hacer algo como eso inyectándolo adentro del cuerpo, sería  como una limpieza”, indicó el mandatario el viernes en la  rueda de prensa diaria del grupo trabajo de la Casa Blanca para el coronavirus.

La cadena ABC informó que horas más tarde de las palabras de Trump, los centros de emergencias de diferentes estados se llenaron de llamadas alertando de intoxicación por desinfectante.

Según esta cadena, más de 100 personas reportaron intoxicaciones y síntomas de envenenamiento como vómito y malestar general.

En Nueva York se registraron varias llamadas relacionadas con la exposición a lejía, el desinfectante Lysol y otros productos de limpieza.

Según e Huffingtonpost, en esta ciudad se gestionaron vía telefónica nueve casos por exposición al Lysol, diez relacionados con la lejía y once con otros productos de limpieza del hogar en un período de 18 horas desde que las declaraciones del mandatario.

El Centro de Control de Envenenamientos no especificó qué tipo de exposición hubo en estos casos, si fue por contacto con la piel o ingeridos, pero sí informa que ninguno requirió de admisión a un hospital ni desembocó en ningún fallecimiento.

Tras las palabras de Trump , la firma británica Reckitt Benckiser, que fabrica el desinfectante Lysol, muy popular en Estados Unidos, así como varios médicos y científicos decidieron advertir  a la población que no ingiera o se inyecte este tipo de productos.

En un comunicado Reckitt Benckiser dejó en claro que, bajo ninguna circunstancia, sus productos desinfectantes “deben administrarse dentro del cuerpo humano (sea por inyección, ingestión o cualquier otra vía)”.

Jerome Adams, portavoz de Salud Pública del Gobierno federal, se vio en la necesidad de advertir sobre la automedicación.

 “Un recordatorio para todos los estadounidenses: por favor, hablen siempre con su profesional sanitario antes de administrarse cualquier tratamiento o medicamento a ustedes o a un ser querido”.

Por su parte, el servicio de emergencias del Estado de Washington, lanzó una advertencia por  Twitter: “Por favor, no coman pastillas de detergente ni se inyecten ningún tipo de desinfectante”.

Mientras que Craig Spencer, especialista en salud global en el Centro Médico de la Universidad de Columbia, en Nueva York, dijo al diario The Washington Post que le preocupa “que muera gente por esto”.

El «sarcasmo» de Trump

En declaraciones a los periodistas , Trump se defendió y  alegó que estaba hablando “sarcásticamente” cuando sugirió que las inyecciones con desinfectante podrían ser un tratamiento contra el coronavirus.

“Estaba haciendo una pregunta sarcásticamente a los reporteros, simplemente para ver qué ocurriría (…) Eso fue lo que mencioné y pensé que estaba claro”,  indicó el mandatario, sin precisar de dónde había sacado la idea.

Sin embargo, el  diario británico The Guardian reveló que Mark Grenon, el líder de un grupo estadounidense que vende lejía como “cura milagrosa” frente al coronavirus, le había escrito una carta a Trump en la que le decía que el dióxido de cloro -un tipo de lejía de uso industrial- es “una desintoxicación maravillosa que puede matar el 99 % de los patógenos del cuerpo” y que podría servir para acabar con el COVID-19.

Con información de EFE y El País.

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