El gobernador de Florida en Estados Unidos, Ron DeSantis, ha informado a través de medios de comunicación que «Sí hay pruebas (para detectar la COVID-19) para todos y resultados rápidos», sin embargo, quienes encabezan los centros de atención de personas de la tercera edad no dicen lo mismo, es el caso de Doug Fresh, presidente ejecutivo de St. Mark Village en Palm Harbor, citado por el Nueva Herald, manifestó que la realidad es otra, “Lo escucho en las noticias. Sí hay pruebas para todos y resultados rápidos, no lo he visto”, dijo.
Administradores de los hogares de ancianos y las instalaciones de vida asistida dijeron al Miami Herald y al Tampa Bay Times que el sistema utilizado en el estado no es eficiente.
Fresh detalló a los medios norteamericanos que las últimas pruebas que logró, se hicieran en el centro, el lunes 4 de mayo, los resultados debían entregarse en 24 o 48 horas, sin embargo, fue notificado que estarán listos el próximo lunes 11 de mayo.
«Es un programa poco uniforme que no identifica debidamente los riesgos ni controla completamente la propagación del virus entre los más vulnerables del estado», se denuncia en el Nuevo Herald.
Durante semanas, las muertes relacionadas con la COVID-19 y los casos positivos han aumentado en los hogares de ancianos y en los centros de cuidados a largo plazo en todo el estado, a pesar de que esas instalaciones no permiten visitantes desde el 15 de marzo por una orden ejecutiva del gobernador. La última cifra de muertos es 577, más de una de cada tres de todas las muertes por COVID-19 en Florida.
Directivos de estos centros resaltaron que hasta este miércoles 6 de mayo el estado estableció un laboratorio móvil de pruebas equipado con una máquina de diagnóstico rápido que visitará estas instalaciones y someterá a pruebas a los pacientes y al personal, «con resultados en 45 minutos». El estado también está realizando pruebas de anticuerpos en algunos trabajadores de la salud en Miami y Orlando. Y el martes, el gobernador hizo lo que los centros de atención a largo plazo le han estado pidiendo hace casi dos meses: ordenó a los hospitales que sometan a pruebas a pacientes antes de ser trasladados a centros de atención a largo plazo.
“Todo esto es excelente, pero demasiado tarde”, dijo Doug Fresh, donde nueve de sus residentes han muerto de COVID-19, “Si la prueba está tan a la mano como dicen, no la veo por ninguna parte. Lo he intentado en todas partes”.
Por su parte, Doug Adkins quién también encabeza un centro de atención a personas de la tercera edad, agregó que
si no realizan pruebas para detectar los casos de infección asintomática, se expone a la colectividad, «Es un riesgo, (…) Es tan simple como eso. (…) Es un desastre sin paliativos”, dijo.
De igual forma, precisó que el Departamento de Salud tiene una norma que no funciona, «Solo hacen pruebas si alguien tiene síntomas, y ese es un enfoque equivocado. No toma en cuenta que los portadores asintomáticos son la mayor amenaza para los adultos vulnerables”.
Martin Goetz, director ejecutivo de River Gardens Senior Services en Jacksonville, también se pronunció y ha escrito al gobernador pidiendo pruebas inmediatas, regulares y rápidas en todos los centros de cuidado de ancianos, incluyendo los suyos.
“Cualquier cosa menos que ponga a los residentes y al personal en peligro inmediato”, escribió. No ha recibido respuesta. Y no oculta su decepción con el enfoque de la administración.
Estados Unidos es el foco de contagio de la COVID-19 en el mundo, con 1 millón 260 mil infectados y 75 mil fallecidos. La nación norteamericana ha dejado ver que cuenta con un sistema de salud vulnerable que no responde a los intereses de la población.
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