Este miércoles, a través de una carta enviada al diario LUN, Francisco Castillo, dueño de la Funeraria Castillo, denunció hechos que a su juicio representan una «falta de respeto» hacia su labor «de parte de los hospitales». Específicamente, el empresario acusó que desde estos recintos les «entregan fallecidos con certificados de defunción sin causal de Covid-19», pero que cuando llegan a retirar los cuerpos «nos indican que han dado positivo por PCR actualizado», refiriéndose con esto último al test que diagnostica el coronavirus.
«Es de una responsabilidad tremenda entregarnos cuerpos contagiados sin hacernos saber antes esta situación», critica Castillo en su texto. Por otra parte, denuncia que además deben «lidiar con el Registro Civil, que no nos da prioridad para inscribir las defunciones y nos hacen esperar hasta tres horas, incluso con el fallecido arriba de la carroza».
Dicho esto, el dueño de la Funeraria Castillo advierte que «también nos podemos enojar y provocar un tremendo colapso en el sistema, única y exclusivamente por la irresponsabilidad que están teniendo las autoridades con las personas que trabajamos con la muerte».
LA DENUNCIA DE ALEJANDRA MATUS
Una denuncia que viene a respaldar lo dado a conocer el pasado martes por la reconocida periodista Alejandra Matus, quien a través de un hilo en Twitter advirtió que las causas de muerte que se están consignando en certificados de defunción, ya sea que la persona haya fallecido en un recinto sanitario o en un domicilio, «depende en último término del facultativo que lo firma». Adjuntando uno de esos documentos, la investigadora señaló que esto se traduce en que, por ejemplo, aún cuando una paciente había resultado positivo por Covid-19 en el test PCR, su fallecimiento no quedó registrado como tal.
Matus explicó que en el caso que puso como ejemplo -el de una mujer de 89 años que fue llevada al Hospital El Carmen de Maipú el 1 de mayo por una insuficiencia respiratoria, y que había arrojado positivo en un examen por coronavirus realizado el 29 de abril- fue un funcionario de la morgue el que le solicitó a uno de los hijos de la mujer que le confirmaran el aludido diagnóstico por Covid-19, pues este no venía en el certificado de defunción. «Éste exhibió resultado de test y gracias a eso se respetaron protocolos, pero certificado de defunción quedó igual», advirtió la periodista.
Respecto a esto último, destaca que en el certificado de defunción de la adulta mayor fallecida se señala como causa directa de muerte «a) Insuficiencia respiratoria aguda; b) Neumonía», no mencionándose el Covid-19. «Ese es el documento oficial con el que Registro Civil inscribe fallecimiento. Para modificarlo, se requeriría orden judicial», enfatiza.
Junto con ello, Alejandra Matus detalla que en el permiso de sepultación provisorio que extendió el Registro Civil, «se anotó a mano que se trataba de un caso de COVID-19 ‘no informado’, para que la funeraria tomara resguardos en traslado del cuerpo al Cementerio General».
La investigadora cerró su hilo en Twitter advirtiendo que en el Cementerio General, si bien no ha aumentado la cantidad de funerales durante el 2020, sí lo ha hecho «la proporción con causal de enfermedades respiratorias». En ese sentido, detalló que en marzo esto se tradujo en un incremento de un 80% más que el mismo mes de 2019; en abril un 24% y en lo que va de mayo un 100%. De ese total, concluyó, «solo un 12% figura como caso COVID».