La era post coronavirus deberá ser muy distinta. La llamada “nueva normalidad” tiene que renunciar a los estilos de vida previos a la pandemia, por el bien de la salud de las personas y del planeta.
Así lo considera Théo Konc, investigador del Institut de Ciència i Tecnologia Ambientals (ICTA-UAB), uno de los 400 científicos que se dieron cita de forma virtual en la conferencia internacional sobre Estilos de Vida Bajos en Carbono, organizada por el ICTA-UAB, entre el 6 y el 8 de mayo, reseñó el diario La Vanguardia.
Konc señaló que “nos encontramos en un momento crítico, con dos escenarios posibles: se puede producir un rebote, como ha sucedido en China, o bien aprendemos la lección de que es posible vivir de otro modo y cambiamos de hábitos”, expresó Konc.
Con la relajación de las medidas para combatir la Covid-19, los niveles de contaminación en China no sólo han aumentado, sino que son incluso superiores a los de un año antes, según un estudio publicado la semana pasada.
Por tal motivo, científicos y entidades ecologistas advierten sobre la necesidad de no volver a los estilos de vida previos a la pandemia, por el bien de la salud de las personas y del planeta.
Basándose en las conclusiones arrojadas por el congreso del ICTA-UAB y de los distintos comunicados emitidos por varias entidades ecologistas, expertos elaboraron un decálogo para que la nueva normalidad sea más verde:
1. Sacar partido a las tecnologías. El teletrabajo y las videoconferencias se han vuelto el pan de cada día para muchas personas durante el confinamiento. Gracias a ellas se ahorran desplazamientos y, por tanto, se reducen las emisiones de CO2, principal gas causante del calentamiento global.
2. Bájate del coche. A menos desplazamientos en vehículo de tráfico rodado, menos contaminación atmosférica, menos emisiones de CO2 y menos accidentes de tráfico. Donde más se nota el cambio es en las ciudades, donde ha mejorado notablemente la calidad del aire. Para que esto siga así debemos bajaron del coche y subirnos al transporte público. Para desplazamientos cortos, otras opciones posibles son ir a pie, en bici o en patineta.
3. Un nuevo turismo es posible. Los desplazamientos en avión y los cruceros son dos grandes fuentes emisoras de CO2, una situación que no tienen visos de cambiar en el corto plazo porque ambos funcionan prácticamente en exclusiva con combustibles fósiles.
Théo Konc hace un llamamiento a apostar por un turismo más local y a priorizar los desplazamientos en tren, que funciona con electricidad, una energía más limpia siempre que sea generada con fuentes renovables. Al apostar por el turismo local se reducen las emisiones de CO2 relacionadas con el desplazamiento hasta el destino.
4. Una dieta baja en carbono. Con el confinamiento a muchos les ha entrado el gusanillo de la gastronomía. Varias entidades ecologistas y agrarias lo ven como una oportunidad para poner en valor los productos de proximidad, de temporada y más respetuosos con el medio ambiente. Amigos de la Tierra, entre otras organizaciones, aboga por disminuir el consumo de carne por su mayor generación de emisiones de CO2 en comparación con los productos procedentes de la agricultura.
5. Consume local. Lo que consumes, a quién se lo compras y cómo lo compras es muy importante, advierten desde Greenpeace. Es el momento de comprar de forma razonable, apostando por el comercio de proximidad y por aquel que evita los plásticos de un solo uso.
6. Vive con menos. Nos hemos pasado semanas enteras encerrados en casa saliendo a comprar sólo lo mínimo y necesario. Esta situación nos ha permitido darnos cuenta de que “lo que realmente necesitamos es tener comida y salud”, señala
7. Recicla más y mejor. Estos días que hemos pasado más horas en casa nos han brindado la oportunidad de ser más conscientes de la gran cantidad de basura que generamos. Un 96,2% de los catalanes se ha planteado reciclar más tras el confinamiento por coronavirus.
8. Saca el manitas que llevas dentro. Las manualidades son una de las actividades estrella de la cuarentena. Reparar en lugar de tirar y reutilizar objetos o materiales para nuevos usos es una buena forma de generar menos residuos. El hecho a mano llevado a la cocina se ha traducido en la elaboración de pan o yogures caseros e incluso hay quien ha hecho sus pinitos en horticultura.
9. Protege la biodiversidad. Ecologistas en Acción destaca que “la biodiversidad es la mejor barrera natural” para protegerse de amenazas como el coronavirus. La entidad ecologista explica que “la destrucción de los ecosistemas, la expansión descontrolada de la agricultura, la deforestación desenfrenada o la cría intensiva de animales en granjas han facilitado la transmisión de enfermedades de la fauna a los seres humanos”. Si no se conversa la biodiversidad harán más pandemias.
10. Sé exigente con tus gobernantes. Konc argumenta que el poder de los ciudadanos de forma individual es limitado. Es necesario que los políticos “apoyen a las personas y al medio ambiente y no que dediquen los recursos públicos a rescatar aerolíneas ni fabricantes de automóviles”.