La historia escrita asegura que la literatura japonesa abarca un período de casi dos milenios de escritos influenciada por la cultura china. Sin embargo, Japón desarrolló su propio estilo con rapidez.
En las obras japonesas más tempranas, según expertos, la influencia de la literatura china es muy marcada, pero nuevos estudios sugieren que la documentación literaria pudo comenzar antes de lo que se cree.
A pesar que no se conservan testimonios de una escritura autóctona japonesa, una nueva investigación sobre las antiguas herramientas de piedra sugiere que la cultura literaria puede haberse extendido en Japón cientos de años antes de lo que se pensaba anteriormente.
Al parecer, muchas piezas de piedra antiguas que anteriormente se creían que eran piedras de afilar y otras herramientas pueden haberse utilizado para tratar la tinta.
Literatura antigua
Anteriormente se decía que el uso a gran escala de caracteres escritos comenzó alrededor del Siglo V en la nación asiática.
Yasuo Yanagida, profesor visitante de arqueología en la Universidad de Kokugakuin, intenta rebatir algunas creencias, ya que examinó más de 150 artefactos de piedra que datan del Período Cultural de la Cerámica Yayoi (1000 a. C.-250 d. C.) y el Período Kofun (del siglo III al VII), las cuales, según especula, podrían ser herramientas de escritura.
Si bien la literatura occidental influyó enormemente en los primeros escritores japoneses, la influencia occidental sigue hoy todavía como patente precedente.
En principio, el japonés era una lengua sin escritura o ágrafa hasta la llegada de los ideogramas chinos, los kanji, cuya introducción no se documenta hasta en el año 538, aunque sin duda, eran conocidos por los japoneses con mucha anterioridad.
Ahora, un el boletín del Centro de Investigación de Makimukugaku, con sede en Sakurai, Prefectura de Nara, refiere que se descubrió una losa de tinta de la segunda mitad del período Yayoi (del primer siglo al segundo) en el sitio arqueológico Mikumo-Iwara en Itoshima, Prefectura de Fukuoka, donde aparece mencionada una comunidad en el antiguo documento histórico chino «Gishiwajinden», que registró encuentros con Japón.
Yanagida se inspiró en ese descubrimiento y comenzó a medir e investigar objetos de piedra, principalmente del período Yayoi, que se encuentran en las regiones de Chugoku y Kinki, así como en otras partes del oeste de Japón.
Yanagida concluye que la mayoría de los artefactos que originalmente se creía que eran piedras de afilar son, de hecho, antiguas losas de tinta.
Piedra angular
Según el experto, las piedras de tinta generalmente tienen huecos hechos frotando tinta y los restos negruzcos probablemente derivan de la tinta.
Las losas de tinta empleadas en el estudio fueron desenterradas en antiguas ubicaciones de las principales comunidades, que se remontan a mediados de mediados del período Yayoi (c. 100 a. C.) y mediados del período Kofun (siglo V), cuando Japón se llamaba Wakoku.
Tras muchos análisis, Yanagida argumenta que la práctica de la escritura en Japón probablemente se introdujo alrededor del 108 a. C.
Tadashi Nishitani, profesor emérito de arqueología de Asia oriental en la Universidad de Kyushu, dijo que los hallazgos de Yanagida son significativos.
«La cultura literaria puede considerarse como parte de la cultura nativa china introducida en Japón cuando entró en contacto con Lelang», una comandancia creada por la dinastía Han anterior de China en la península de Corea en 108 a. C., dijo el experto.
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