Es la voracidad de los capitalistas lo que está enfermando al mundo

«…intento seguir vivo, para llegar a ver, el fin de este sistema de una puta vez…» Caos Perfecto – Gatillazo***

1.- Son miles y miles quienes marchan por Manhattan – Nueva York, Washington y otras ciudades la tarde del 1 de junio de 2020 en una marcha contra el racismo, la discriminación, la privación de los derechos a millones de negros e inmigrantes, documentados e indocumentados, contra las condiciones miserables que se viven en el corazón del capitalismo. Es similar a lo que ya vivimos nosotros y se continuará expresando de distintas formas y maneras en muchos países del mundo. Es la voracidad de los capitalistas lo que está enfermando al mundo y quienes lo habitan reaccionan de distintas formas. Y sin embargo, y pese a una verdad que es irrebatible, los dueños del poder y quienes les sirven utilizan a los medios y sus voceros para llamar a protestar pacíficamente y, con descaro, condenan la violencia. Entonces el tema que pondrán en el centro ahora, como en Chile y otros lugares, será la violencia, los grupos radicales y los  anarquistas, los izquierdistas y los terroristas que buscan destruir la democracia.

Descarados, infames, es su violencia centenaria la que está provocando todos estos hechos y se atreven a pedir reclamos pacíficos y no violentos. Los que reaccionan son los que por decenios han sido humillados, denostados e ignorados. Y cuando ya no pueden con la policía uniformada, lanzan a las calles a los militares. Tal como aquí y en otros lugares, protegerán al capital los que han detenido, torturado, asesinado y desaparecido a quienes exigían un cambio de sociedad, en sus propios países y en aquellos a los que invadieron con absurdos argumentos que, para colmo, terminaron siendo falsas. Es una obligación nuestra, un deber ineludible, poner a la vista de los trabajadores y del pueblo todo, el actuar del capitalismo y sus servidores. Si esto no es expuesto con fuerzas, los dueños del capital seguirán haciendo lo que les de la gana, con su guaripola Trump a la cabeza.

2.- Se han expuesto una serie de iniciativas tendientes a cambiar hábitos, las que se aplicarán una vez terminada la pandemia. Desde la fijación de un ingreso mínimo vital en España, hasta acortar la semana y entregar subsidios para levantar el turismo interno, como lo han planteado en Nueva Zelandia. Vale la pena pensar en el qué hacer en el futuro cercano, para que no estalle el desempleo, se puedan sostener los ingresos y no se repitan brotes de la pandemia. De partida debiera legislarse rápidamente por la jornada de trabajo de ocho horas diarias continuas, liberando los fines de semana para el descanso y la recreacion o, en su defecto, una rotativa en el descanso de los fines de semana de la que puedan participar todos los trabajadores. También deberá analizarse la posibilidad de parcializar el ingreso a las jornadas diarias de trabajo, por ejemplo a las 7:00 y 9:30 horas, lo que bajará las aglomeraciones en los servicios de Metro y locomoción colectiva, sin descuidar la organización sindical ni la contratación colectiva para instalar el beneficio de locomoción en buses desde los hogares hasta los lugares de trabajo, ida y retorno.

Nada ha terminado, nuestra lucha debe comenzar ahora.

Por Manuel Ahumada Lillo

Presidente Central Clasista de Trabajadoras y Trabajadores

Secretario CGT Chile