Los vehículos ecológicos son cada vez más y con mejores prestaciones, y la carrera de las empresas por la superación sigue un rumbo positivo y con muy buenas perspectivas en un futuro cercano.
La premisa parece algo futurista, pero el Cybertruck de Tesla que conmocionó al mundo del automóvil el año pasado da otro paso para descarbonizar la industria automotriz.
Los planes apuntan a un vehículo que no solo es mejor para el medio ambiente, sino también una mejor inversión a largo plazo que los vehículos de hoy, porque tiene propiedades más útiles al final de la vida útil.
Reducción en marcha
Desde hace unos años las compañías de coches han tenido que adaptarse a la realidad de la contaminación del ambiente, cuyos niveles se hacen cada día más insostenibles e insoportables.
Sumado al hecho de que los gobiernos exigen que se bajen las emisiones de gases y partículas que polucionen el aire, la consigna es adaptarse o morir, porque el parque automotor sigue creciendo y la demanda es cada vez más exigente.
Al saber que las emisiones por milla de un automóvil eléctrico son aproximadamente un 25 por ciento más bajas que las de un vehículo a gasolina con la combinación actual de recursos eléctricos, las empresas se inscriben en una combinación energética baja en carbono.
En este contexto, el automóvil Cybertruck destaca por su alto rendimiento, a pesar de usar baterías que ayudan a reducir las emisiones acumulativas y aumentan sustancialmente las emisiones de fabricación.
Números para reciclar
Actualmente la industria automotriz mundial consume el 81 por ciento de la producción mundial de caucho, el 23 por ciento de su aluminio, el 13 por ciento de su acero y el 6 por ciento de su plástico.
Tomando en cuenta estas cifras, Eric Hannon, socio de la automotriz de McKinsey & Company, advierte que las emisiones de fabricación no son “papas pequeñas”. Recomienda que si los humanos van a mantener sus autos y un clima de supervivencia, las emisiones de fabricación deben caer en picado.
En su opinión, la forma más obvia de lograr esto es mediante el diseño de automóviles para que formen parte de la llamada “economía circular”, en la que los productos se reutilizan y reciclan, en lugar de desecharse.
Ante esta necesidad, el diseño robusto y crudo del Cybertruck podría ser perfectamente adecuado para una reutilización eficiente. Los mismos elementos que lo harán barato de fabricar también podrían facilitar el desmontaje al final de su vida útil.
De hecho, las baterías parcialmente degradadas pueden pasar a aplicaciones de segunda vida. A medida que las fuentes intermitentes de energía, como la eólica y la solar, continúan bajando de precio y constituyen una mayor proporción del suministro mundial de energía, las baterías automotrices usadas pueden desempeñar un papel importante para mantener las luces encendidas.
Y vender esa costosa batería puede ayudar a los propietarios de vehículos eléctricos a recuperar parte de su inversión.
Los empresarios piensan que si son diseñados adecuadamente, muchos componentes de este automóvil podrían reutilizarse después de la inspección, y tal vez alguna restauración ligera.
Lo anterior sugiere que otros elementos podrían reciclarse y procesarse nuevamente en componentes automotrices. Eso sería una gran mejora en el sistema actual.
Por ejemplo, cuando la mayoría de los autos son llevados a un depósito de chatarra, son aplastados y triturados. Ese proceso contamina el acero de alta calidad con cobre y otros elementos, lo que significa que solo puede reprocesarse en aceros de baja calidad.
Pero el Cybertruck se podría abrir como una ostra, sacarle la batería, clasificar las tripas y enviar la carcasa al horno, gran parte del vehículo podría reciclarse y reprocesarse indefinidamente.
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