Desde su invención los motores diésel se emplean con frecuencia en vehículos pesados e industriales por su dureza y bajo consumo. También es utilizado en naves marinas por su eficiencia a la hora de tomar en cuenta el consumo energético.
En 2003 una compañía finlandesa creó lo que se considera el motor diésel más grande y potente de todo el mundo, el Wärtsilä RT-flex96C.
Este gigantesco motor pesa 2.300 toneladas, tiene 114.780 CV y no está pensado para coches. En concreto, este portento de la tecnología mecánica lo tiene el Emma Mærsk, el buque mercante más grande del mundo.
El modelo fue lanzado originalmente en 1994 bajo el nombre de RTA96C y fue mejorado en 2003 con la tecnología RT-Flex de inyección de combustible.
El Wärtsilä RT-flex96C mide 26 metros de largo y tiene la altura de un edificio de cuatro plantas.
Gigante de la ingeniería
El Wärtsilä RT-flex96C es un bloque turbodiésel de dos tiempos con una cilindrada de 25.480 litros.
A su alrededor hay distintas escaleras para que los empleados puedan trabajar a varios niveles. Y es que sus pistones miden 6 metros de alto y pesan 5,5 toneladas cada uno.
El motor trabaja a una velocidad muy lenta en comparación con otros motores más pequeños: entre 92 y 102 revoluciones por minuto.
Según los datos del fabricante, la velocidad del pistón es de 8,5m/s y consume unos 0,30 litros por cada ciclo, produciendo unos 5.700 kW de energía.
De hecho, el Wärtsilä es uno de los más eficientes y menos contaminantes de su clase.
Como se ha comentado antes, está enfocado en buques mercantes, por lo que regularmente es utilizado hoy en día para transportar carga desde China. En el momento de su lanzamiento se pusieron en funcionamiento más de 300 unidades.
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