Derechos Humanos: Tras 45 años hay justicia para «Paulino» y una nueva condena para Krassnoff

El jueves 1 de junio, la ministra en visita extraordinaria de la Corte de Apelaciones de San Miguel, con dedicación exclusiva en causas de Derechos Humanos (DD

Derechos Humanos: Tras 45 años hay justicia para «Paulino» y una nueva condena para Krassnoff

Autor: Absalón Opazo

El jueves 1 de junio, la ministra en visita extraordinaria de la Corte de Apelaciones de San Miguel, con dedicación exclusiva en causas de Derechos Humanos (DD.HH), Marianela Cifuentes Alarcón, emitió su fallo condenatorio en el caso por los delitos de secuestro y torturas aplicadas en contra de Guillermo González de Asís, a partir del 12 de septiembre de 1975.

Guillermo González de Asís, conocido bajo el nombre político de «Paulino», fue detenido en en el sector de Gran Avenida, a la altura del paradero 35, por agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA). Fue llevado al centro de torturas Villa Grimaldi, donde otros prisioneros lograron verlo hasta que fue hecho desaparecer.

Hoy, Guillermo González, quien formó parte de la guardia personal del ex Presidente Allende, en 1971, pertenece a la lista de los más de 1200 detenidos desaparecidos que dejó la dictadura militar en Chile.

El fallo condenó a Rolf Gonzalo Wenderoth Pozo, ex Coronel del Ejército de Chile y jefe de la Plana Mayor de la Brigada de Inteligencia Metropolitana (BIM); y a Miguel Krassnoff Martchenko, ex Brigadier del Ejército de Chile y jefe de la agrupación Halcón de la Brigada Caupolicán de la DINA, encargado de «desarticular» al MIR, como autores del delito de secuestro calificado, en grado consumado, con la pena de 10 años de presidio mayor en su grado mínimo.

Ambos cumplen prisión preventiva por esta causa desde octubre de 2015, lo que les servirá como abono de tiempo. Sin embargo, Krassnoff ya está condenado a más de 300 años por otros crímenes contra los DD.HH.

En tanto, otros dos investigados en esta causa: Raúl Eduardo Iturriaga Neumann, ex General de División del Ejército de Chile y jefe de la agrupación operativa Purén de la DINA; y Gerardo Ernesto Godoy García, ex Teniente Coronel de Carabineros de Chile y jefe operativo de la agrupación Tucán, fueron absueltos.

Sin embargo, los cuatro mencionados se encuentran cumpliendo condena en el Centro de Cumplimiento Penitenciario Punta Peuco, de Gendarmería de Chile, por otros crímenes de lesa humanidad.

Pese a que en la sentencia se establece que en el período indicado actuaban en Villa Grimaldi la agrupación operativa Tucán, de la Brigada Caupolicán, a cargo de Gerardo Ernesto Godoy García; y la Brigada Purén, a cargo de Raúl Eduardo Iturriaga Neumann, no existen “antecedentes suficientes” que permitan atribuir a los dos acusados algún grado de participación en el secuestro de Guillermo, o en relación a su destino final.

De todas formas, Iturriaga debe cumplir más de 70 años de prisión por crímenes contra los DD.HH. Godoy, de la misma forma, debe cumplir varias décadas de condena también.

En la sentencia, se tomó en cuenta el testimonio de prisioneras y prisioneros que fueron testigos en Villa Grimaldi de la presencia y tortura de Guillermo González. María Cecilia Bottai Monreal, prisionera y torturada en el mismo sitio, testifica haber visto golpear a González de Asís cuando lo conducían desde la “parrilla” hasta el baño, vendado, muy golpeado y movilizándose a pequeños saltos porque tenía los pies engrillados.

La “parrilla” era un somier metálico donde se aplicaba corriente a los detenidos. Su testimonio coincide con el de 8 testigos directos que también fueron víctimas de secuestro y tortura en el lugar de los hechos, además de 4 testigos indirectos, también víctimas, que contribuyeron con información relevante.

La sentencia también rescata el testimonio de María Gloria del Luján Sartore Triviño, prisionera y torturada en Villa Grimaldi en fechas coincidentes a las de Guillermo. En su testimonio relata que escuchó a Guillermo González de Asís gritar su nombre a viva voz, para que los demás detenidos supieran que estaba ahí y dieran testimonio de ello.

Delia Susana Veraguas Segura, también prisionera y torturada en el lugar, relata que en la semana del 22 al 29 de septiembre de 1975, vio a Guillermo González de Asís moribundo, muy golpeado y con dificultades para respirar, desconociéndose desde entonces su paradero.

En 18 de septiembre de 2018, la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos publicó una reseña del calvario vivido por «Paulino», en la que destaca que “era soltero, instalador de sanitarios, militante del MIR” y que fue detenido por agentes de la DINA el 12 de septiembre de 1975, alrededor de las 09:30 horas en la vía pública, en el sector de Gran Avenida, a la altura del paradero 35.

Allí, se indica que «Paulino» fue conducido al centro de interrogatorios de la DINA conocido como Villa Grimaldi, ubicado en calle José Arrieta 8200, donde fue visto por varios prisioneros que recuperaron su libertad con posterioridad. Todos ellos coinciden en señalar que González fue ubicado en unas especies de cajoneras donde lo tenían engrillado y, en estas condiciones, era llevado todos los días al baño, oportunidad en que podían verlo. Era fácilmente identificable cuando esto ocurría, ya que las cadenas emitían un ruido muy especial y debía avanzar a saltos. Pese a las precarias condiciones en que era mantenido, cuando podía, les hacía gestos a los demás prisioneros como indicando que estaba bien.

En uno de estos viajes al baño se individualizó como Paulino, que era el nombre con que lo conocían en el MIR, a una de las detenidas, Gilda Bravo, para lo cual usó el abecedario con las manos. En Villa Grimaldi también fue visto por Julio Cortés Guerra, Nelson Fernández Sepúlveda, Patricio Bustos Streeter y Roberto Gómez Donoso. Este último, estuvo una noche en la misma pieza que González.

Entre las mujeres que lo vieron se encuentran además de Gilda Bravo, Carmen Fuentes Arenas, Isabel Sartore Triviño, Patricia Amengual Muñoz y Delia Veraguas Segura.
Patricio Bustos era el encargado de sanidad del MIR al momento de su arresto y conocía desde antes a Guillermo González, con quien había trabajado en alguna ocasión. Recuerda que la víctima fue ubicada en ‘la torre’, dependencia de Villa Grimaldi donde eran mantenidos los prisioneros considerados más peligrosos. Eran torturados allí mismo. Según Bustos, hasta el mes de octubre de 1975 se tuvo noticias de González de Asis, no obstante dejaron de verlo pasar al baño a fines de septiembre de ese año.

Según los testigos, los guardias se burlaban permanentemente del afectado, debido a su nombre y además porque se había teñido el pelo de color rojizo, lo que se le notaba más claramente con el pasar de los días.

Guillermo González estaba siendo intensamente buscado desde enero de 1975, fecha en que su domicilio fue allanado por agentes de la DINA. Ese mismo mes, el domicilio de una hermana, Margarita González, también fue allanado por civiles armados que preguntaban por él. Finalmente, días después que fuera detenido, entre el 13 y el 16 de septiembre del mismo año, civiles que se identificaron como pertenecientes a la DINA allanaron el domicilio de su hermana Clementina.

También ese mismo mes, el 14 de enero de 1975, fue detenida por la DINA María Teresa Villalobos Díaz, siendo llevada a Villa Grimaldi. En este lugar fue interrogada acerca del paradero de Guillermo González e incluso la amenazaron con mantenerla detenida mientras él no apareciera. Teresa Villalobos señala que, por las preguntas que le hacían respecto de su amigo, pudo darse cuenta que la DINA tenía muchos antecedentes de su persona. Supo también que varios otros detenidos que se encontraban en esa misma época en Villa Grimaldi, habían sido interrogados en relación a González de Asís.

María Teresa Villalobos permaneció en ese recinto secreto durante dos semanas, siendo trasladada a Cuatro Alamos y después a Tres Alamos, desde donde fue dejada en libertad en septiembre de 1976. Estando en Tres Alamos supo de la detención del afectado.

La reseña concluye recordando que Guillermo González «formó parte del GAP, guardia personal del ex Presidente Salvador Allende, el año 1971. Y pese a las evidencias de su detención, ésta fue negada por las autoridades y se encuentra desaparecido desde que fuera arrestado por la DINA en septiembre de 1975».


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