El dictador argentino falleció a los 87 años mientras purgaba dos condenas a cadena perpetua por delitos de lesa humanidad durante su gobierno de facto (1976-1983). Jamás mostró arrepentimiento alguno pues aseguraba que los delitos fueron cometidos en medio de la lucha antisubversiva.
El dictador argentino Jorge Rafael Videla falleció en su celda este viernes a los 87 años de edad. Videla, una de las figuras más sombrías de la dictadura militar (1976-1983), se declaraba un “preso político” y aseguraba que la Justicia estaba “vaciada de derecho” al exponer esta semana en el juicio que se le seguía por los crímenes del “Plan Cóndor”.
Videla encabezó el golpe que derrocó a la presidenta constitucional Isabel Perón, el 24 de marzo de 1976. Fue presidente de facto de Argentina entre 1976 y 1981 y fue reemplazado en su cargo en marzo de 1981 por el general Roberto Viola.
Videla fue uno de los cerebros del Plan Cóndor, la coordinación que llevaron a cabo las dictaduras del Cono Sur entre los años 70 y 80 y que permitió la detención, el traslado, intercambio y desaparición de opositores en cualquiera de sus países.
El exmilitar, que en junio de 2012 fue trasladado a una cárcel común, admitió que durante su gobierno de facto hubo robo de bebés y que fueron asesinadas miles de personas. Pero nunca se arrepintió ni tampoco consideró que haya existido “un plan sistemático” para la sustracción de los hijos a las madres embarazadas.
Al menos 30 mil personas desaparecieron durante la dictadura de Videla, y unos 500 niños fueron robados por militares, policías o allegados durante la dictadura, según la entidad humanitaria Abuelas de Plaza de Mayo, cuya labor ha permitido que 108 de ellos hayan recuperado su verdadera identidad.
El dictador argentino, condenado en varias oportunidades por corrupción y delitos de lesa humanidad, justificó todos los crímenes cometidos durante los seis años de dictadura en la nación suramericana y alegó que todos los muertos, heridos, lisiados y desaparecidos fueron para “cumplir sus objetivos” en el poder.
En una entrevista ofrecida a un medio español, el represor expresó su visión de los hechos e indicó que antes del golpe “vivíamos unos tiempos turbulentos y había que dar una respuesta” a la “amenaza terrorista que padecíamos”.
También insistió en que “en toda guerra hay muertos, heridos, lisiados y desaparecidos” y aseveró que el régimen “había cumplido con sus objetivos” a pesar de las miles de víctimas.
Videla fue el primer gobernante de la dictadura argentina condenado a prisión perpetua, cuando en 2010 la Justicia le declaró culpable del fusilamiento de una treintena de presos políticos en 1976.
A inicios de marzo de este año, se inició un juicio oral por crímenes de lesa humanidad cometidos en el marco del Plan Cóndor, organizado por Estados Unidos en asociación con los regímenes dictatoriales latinoamericanos entre los años 70 y 80 para perseguir a opositores políticos fuera de sus propios países.
El proceso judicial sentó en el banquillo 25 represores, entre ellos, el dictador Jorge Videla y otros integrantes de la cúpula militar durante la dictadura argentina. Sobre Videla pesaban dos sentencias de cadena perpetua y otra de 50 años.
El martes pasado volvió a desconocer a la justicia civil y se negó a declarar ante el tribunal que lo juzgaba por los crímenes del Plan Cóndor, coordinado entre las dictaduras de América Latina.
Fuente: teleSUR/vg – FC