Un documento sobre una declaración ante la Corte Suprema de Justicia de Colombia, que no se conocía hasta la fecha, revela que la actual vicepresidenta, Marta Lucía Ramírez, contrató a José Miguel Narváez para que formara parte del primer gobierno de Álvaro Uribe (2002-2006) en labores de seguridad y defensa, a pesar de haber sido el sicario que asesinó al activista, humorista y periodista Jaime Garzón, el 13 de agosto de 1999, crimen por el cual cumple una condena de 26 años de prisión.
«Marta Lucía y el asesino de Jaime Garzón», es el titular del reportaje escrito por el periodista Andrés Hernández y publicado en el medio colombiano Publimetro. Allí, se ofrecen detalles sobre el sicariato contra Garzón y, sobre todo, de las personas involucradas en el terrible hecho.
«Mucho se ha hablado de José Miguel Narváez, pero ¿cómo llegó a ser parte tan fuerte del gobierno de Álvaro Uribe Vélez y tan cercano a la entonces ministra de Defensa, Marta Lucía Ramírez?, reza parte del texto.
En una declaración ante la Corte Suprema, Narváez entrega detalles de su llegada al gobierno, sus contratos y las actividades realizadas en el Ministerio de Defensa y el Departamento Administrativo de Seguridad (D.A.S.) durante el mandato de Uribe», describe Hernández en su texto, dónde además se muestran los documentos que vinculan a la actual Vicepresidenta con el plan para asesinar al periodista.
Añade Hernández que «la declaración del entonces subdirector del D.A.S. reposa dormida en la Procuraduría General de la Nación, en el expediente contra María del Pilar Hurtado, Jorge Noguera y otros, por seguimientos e interceptaciones ilegales entre 2004 y el 2009, donde periodistas, magistrados y políticos fueron perseguidos por la inteligencia del gobierno de turno.
Narváez señala en la declaración que hizo parte del grupo de empalme del Gobierno de Uribe con el de Andrés Pastrana (2002) por orden del presidente electo, y tarea encomendada de buscar quienes conforman este grupo a Fabio Echeverry.
Asimismo, dice que él presentó la información del empalme del Ministerio de Defensa al Presidente y es Uribe Vélez quien le pide a Narváez que le haga una presentación exhaustiva a la persona que ocuparía la cartera de Defensa de su gobierno: Marta Lucía Ramírez».
Vínculos de la Vicepresidenta con el sicariato
«El día que Marta Lucía, actual vicepresidenta de Colombia, llega al país proveniente de París de ser embajadora, se reúne con José Miguel Narváez en el Club de la F.A.C. y ese mismo día ella le promete que hablaría con el Presidente para darle un cargo dentro del Ministerio de la Defensa como asesor de la propia ministra», explica el artículo de Hernández.
Agrega que cuando Álvaro Uribe tenía un mes como presidente, se reunió con José Miguel Narváez en el hotel DANN de la calle 94 al norte de Bogotá, donde Uribe le asegura que no quería que él (José Miguel Narváez) dejara sola a la entonces Ministra de Defensa, Marta Lucía Ramírez.
Añade Narváez que el primer ofrecimiento recibido para ser parte del Gobierno fue de la entonces Ministra de Defensa, para nombrarlo director de Fondelibertad, un cargo que, según dice, él no acepto porque el nivel salarial no le alcanzaba.
Fue allí donde “la doctora Marta Lucía habló con el presidente de la República y me nombraron asesor externo del Ministerio de Defensa para el tema de la política antisecuestro y extorsión”, puntualiza Narváez en su declaración ante la Corte Suprema.
En las declaraciones Narváez entrega detalles de sus contratos y apunta que en 2002 Jorge Noguera, director en ese entonces del Departamento Administrativo de Seguridad D.A.S., lo invita a formar parte de la entidad como asesor externo y en noviembre de ese mismo año lo lleva a desayunar y le ofrece la dirección de inteligencia del D.A.S.
Seguidamente, Narváez le explica que ya está en conversaciones con la Ministra de Defensa, Marta Lucía Ramírez, para asesorar en Fondelibertad y que había sido una petición precisa y expresa del Presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez.
Sin embargo, Narváez terminó por aceptar, tiempo después, ser el asesor externo del D.A.S desde el 2002 hasta el 2005.
Añade Hernández que cuando el Magistrado preguntó a Narváez por la designación como subdirector del Departamento Administrativo de Seguridad, éste le responde: “El doctor Noguera me ofreció la subdirección del DAS… y me dijo que si se podía poner mi hoja de vida para que el presidente de la República me designara como su subdirector, cosa que el presidente luego confirmó, la propuesta se hizo mucho antes de que yo aceptara”.
«En pocas palabras, Álvaro Uribe le impuso a Noguera el nombramiento de Narváez», subraya Hernández en su artículo.
Uribe, narcos y paramilitares
En ese tiempo, comenta Hernández, nace el grupo de inteligencia denominado “G3”. Fue creado por José Miguel Narváez y era un grupo que vivía en la clandestinidad y que operó desde marzo de 2003 hasta octubre de 2005, cuando Jorge Noguera renunció al cargo del D.A.S.
Dicho grupo manejaba información de seguimientos, operaciones de espionaje y realizaban montajes a los críticos del entonces presidente Álvaro Uribe Vélez, entre los que se encuentran: defensores de derechos humanos, periodistas independientes, políticos de oposición y magistrados de las altas cortes.
El 3 de abril de 2009, la Fiscalía General de la Nación realizó una incautación de los documentos de la Oficina de Archivos de la Subdirección de Análisis del D.A.S., en donde estaban escondidos algunos expedientes del denominado “G3” en 103 carpetas que contenían información de los seguimientos, perfilaciones e interceptaciones realizadas. El mal proceder de Narváez ya se hacía sentir en los gobiernos anteriores a Uribe.
«Regresándonos años anteriores, desde 1994, José Miguel Narváez fue asesor de militares en temas como ‘Guerra política y Guerra psicológica’, asesoraba al General Rito Alejo del Rio y estuvo con él en Antioquia y cuando fue trasladado a Bogotá en la brigada 13. Según confesiones de alias “El Alemán”, Narváez dictaba clases en el día en la Escuela de Guerra y en la noche a los paramilitares en una cátedra que bautizó con el nombre de ¿Por qué es lícito asesinar comunistas? con el fin de incitar al asesinato de personas de izquierda en el país», comenta Hernández.
Pero las diferentes declaraciones de alias “Don Berna” y las de alias “Ernesto Báez” señalan que José Miguel Narváez le entregó información vital e incitó al jefe paramilitar Carlos Castaño, para asesinar al periodista y abogado Jaime Garzón el 13 de agosto de 1999 en la ciudad de Bogotá.
Añade “Don Berna” que Narváez entregó a alias “Alecos” (Carlos Castaño) días antes del asesinato, una carpeta donde estaba el perfilamiento y fotografías de Garzón.
«Quedan bastantes dudas de cómo llegó tremendo personaje tan macabro y oscuro a manejar el miedoso G3 y a la subdirección del D.A.S., para eso nada mejor que las palabras de su exjefe Jorge Noguera Cotes, quien confirmó que el nombramiento de este especialista en operaciones militares y asesinatos de opositores fue por orden directa del hoy senador Álvaro Uribe Vélez», resalta Hernández.
En la actualidad, José Miguel Narváez está recluido en el batallón de comunicaciones del Ejército en Facatativá, el mismo lugar donde en 2019 se realizaron interceptaciones, seguimientos y perfilaciones a periodistas, activistas de derechos humanos y políticos de la oposición.
«En pocas palabras, José Miguel Narváez, el amigo del paramilitar Carlos Castaño, el profesor de los paras y las AUC, el determinador del asesinato de Jaime Garzón y el precursor de seguimientos, interceptaciones ilegales a opositores, periodistas y Magistrados, fue premiado por la entonces Ministra de Defensa y hoy vicepresidenta de Colombia Marta Lucía Ramírez y por orden directa del propio presidente de Colombia, hoy senador Álvaro Uribe Vélez, primero: en el Ministerio de Defensa y luego en el D.A.S., entidades donde fue el promotor del fantasma de las chuzadas, ese que se apoderó como bandera y política de gobierno.
Vicepresidenta pagó hace 20 años una fianza por narcotráfico
Además de los documentos que vinculan a la vicepresidenta con la violencia generada en Colombia por el gobierno de Álvaro Uribe, también salió a relucir su cercanía con las mafias del narcotráfico desde hace 20 años atrás, un escándalo que salió a defender el actual presidente de Colombia, Iván Duque, -pupilo de Uribe- quien dijo que Marta Lucía Ramirez no podía ser juzgada por un crimen que hizo su hermano hace dos décadas.
La respuesta de Duque surgió luego que se descubrieran vínculos entre la familia de la Vicepresidenta y las mafias del narcotráfico desde hace 20 años atrás.
De acuerdo a lo reseñado por medios colombianos, los nexos con los cárteles de la droga se confirmaron cuando se conoció que la propia vicepresidenta pagó una fianza en los Estados Unidos para que su hermano saliera de una cárcel tras ser privado de libertad por el delito de narcotráfico.
Está denuncia, reportan los medios colombianos, la hizo el senador Gustavo Petro al inicio de la plenaria del Congreso de este jueves, en la que arremetió fuertemente contra la vicepresidenta Ramírez.
Petro recalcó que la vicepresidenta pagó en Estados Unidos la fianza de su hermano, Bernardo Ramírez, quien fue capturado en ese país por el delito de narcotráfico.
“La vicepresidente de Colombia, Marta Lucía Ramírez, pagó la fianza ante la justicia de Estado Unidos para liberar a su propio hermano, Bernardo Ramírez Blanco, de la cárcel por el delito de narcotráfico de heroína”, indicó Petro.
“El hermano de la vicepresidenta introdujo a los Estados Unidos más de 100 cápsulas de heroína utilizando a dos mulas, desde el Urabá hasta el Estado de la Florida, y la misma vicepresidenta en ese momento pagó 150.000 dólares a la justicia norteamericana para la liberación de su hermano. Esta investigación la hicieron los periodistas Julián Martínez y Gonzalo Guillén”, añadió.
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