Estados Unidos pone toda su apuesta en agudizar el conflicto con Venezuela e Irán y esta vez prevé llevar la disputa a aguas internacionales, pues buscará decomisar el segundo lote de envío de combustible desde Teherán a Caracas.
Este jueves 2 de julio, la Justicia Federal estadounidense emitió una orden para que se decomisen los cuatro buques iraníes que trasladan gasolina hacia la nación sudamericana. El dictamen es del juez James Boasberg y responde al pedido de cuatro fiscales.
El «argumento» es el mismo que esgrimió la nación en otros conflictos como los de Irak, Afganistán y Siria: la supuesta lucha contra el terrorismo. De acuerdo con la información del Departamento de Justicia, la transacción entre Teherán y Caracas beneficia a los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, a quienes la Casa Blanca ha catalogado como una «organización terrorista».
Sin embargo, es un paso más en la radicalización de la estrategia contra Irán. Esta semana, el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, dijo que renovar el embargo internacional de armas contra esa nación ejercería «más presión sobre Teherán para que comience a comportarse como una nación normal. El mundo necesita que esto suceda. El pueblo iraní necesita que suceda».
Hace días, la administración de Donald Trump presentó ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas un proyecto de resolución con la intención de extender esa medida que fue impuesta hace 13 años y expira en octubre como parte de lo que contemplaba el acuerdo nuclear firmado en 2015.
Con la orden que se conoció este jueves se pretende el decomiso de aproximadamente 1,1 millones de barriles de gasolina, que son trasladados actualmente por los buques Bella, Bering, Pandi y Luna, hacia Venezuela.
De acuerdo con Boasberg, esta gasolina quedará bajo jurisdicción exclusiva de la corte federal para el Distrito de Columbia. Sin embargo, no indica qué métodos aplicará el Gobierno de EE. UU. para confiscar las cargas.
El Departamento de Justicia estadounidense mostró su apoyo a la medida, al considerar que las ganancias por la venta de este combustible supuestamente «respaldan toda la gama de actividades nefastas de la Guardia Revolucionaria», incluyendo «terrorismo y abusos contra los derechos humanos», detalló el portal RT.
«Irán, desafiando las sanciones ilegales de EE. UU., envió en junio cinco tanqueros con gasolina a Venezuela, para ayudar al país sudamericano a paliar la escasez de combustible, y al mismo tiempo encontrar un mercado para vender su petróleo y los productos derivados. Washington no pudo hacer nada para impedirlo. De hecho, la llegada del nuevo cargamento de ayuda sería otra derrota a Estados Unidos que busca estrangular la economía de estos dos países y poner de rodillas a su población», refirió HispanTV.
Fuentes: RT, HispanTV.