El grupo de leyes en torno a la Evaluación Docente chilena ha sido implementado casi de manera exclusiva desde su ámbito punitivo por el Ministerio de Educación de Chile, en desmedro de su aspecto formativo, el cual apuntaba originalmente a mejorar la calidad de la educación de nuestro país.
El proceso evaluativo mencionado tiene diferentes actores además del mencionado MINEDUC. El Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas (CPEIP) perteneciente al Ministerio de Educación ha encomendado la labor evaluativa de las y los docentes a organismos como MIDE-UC, la Agencia de la Calidad de la Educación, y Docentemas, todo esto bajo la mirada fría del Colegio de Profesores de Chile. En los últimos años han cambiado las presidencias y los gobiernos pero el proceso sólo ha incrementado las injusticias hacia las y los evaluados en los últimos años desde que empezó aproximadamente en 2004.
Curiosamente, para el sistema de evaluación docente y su consecuente obtención de un tramo – idealmente superior – en la carrera docente, no existe valor alguno que un profesor tome un curso de perfeccionamiento, obtenga una maestría o un doctorado. Curiosamente, el sistema no permite que un profesor recién titulado sea reconocido como un profesor que, por sus buenas prácticas pedagógicas, pueda avanzar en la carrera, sólo por no tener experiencia. Curiosamente, los profesores con años de servicio y excelentes evaluaciones antes de los actuales instrumentos de evaluación docente, han tenido serios problemas para acceder a los tramos superiores en la carrera docente. Se acaban las curiosidades cuando uno entiende que los profesores que resulten bien evaluados, de acuerdo al diseño de la ley, deben recibir un aumento de sueldo.
La evaluación docente en Chile tampoco valora el trabajo del docente fuera del aula, ni su labor por la comunidad ni su labor por el mismo colegio. La evaluación docente sólo redujo todo el proceso a virtualmente 2 instrumentos: un portafolio y una evaluación (prueba) de conocimientos específicos y pedagógicos (ECEP) por asignatura.
Las irregularidades en torno a la evaluación docente son numerosas y, desafortunadamente, sistemáticas. Por esta razón, desde marzo de 2019, los perjudicados injustamente por la evaluación docente creamos un grupo y una página en Facebook: Evaluemos la Evaluación. Este grupo está a punto de alcanzar los 8.600 docentes, e incluye tanto a profesores evaluados como los que están por evaluarse, profesores colegiados y no colegiados, profesores evaluadores/correctores, y dirigentes de nuestro gremio docente. Es decir, es un grupo altamente heterogéneo, que está consciente que los 8.000 millones de pesos anuales que involucra el desarrollo del sistema, según ha reconocido el mismo MINEDUC (24.000.000 de pesos cada 3 años), no están siendo bien usados, y que hoy más que nunca en tiempo de pandemia mundial, deberían ser redestinados.
No queremos, sin embargo, atribuir que el sistema de evaluación docente de MINEDUC no funciona por la situación sanitaria actual la cual empezó hace unos meses. Las primeras irregularidades que tienen relatos de los propios afectados en nuestro grupo tienen que ver con un grupo de docentes que no pudo rendir uno de los instrumento en 2015. No hubo respuesta para ellos, nunca. En lo personal, cuando yo rendí mi prueba en 2013 reclamé por haber quedado a 0,02% de alcanzar la marca deseada. Seguí los conductos regulares, pero a cambio obtuve como respuesta un copiar y pegar de algún documento oficial, coherente en sí mismo como texto, pero altamente irrelevante como respuesta a mi reclamo. Esta situación se ha repetido en el tiempo y hemos dejado evidencias.
Informamos en 2019 al Colegio de Profesores de las irregularidades encontradas en el proceso 2018. A saber: 1) la página de recurso de reposición no funcionaba correctamente en los 5 días habilitados para el trámite; 2) el recurso de reposición que debía responderse en 30 días, se respondió en la mayoría de los casos con más de 120 días de retrasos, e incluso algunos nunca se respondieron; 3) los argumentos de las respuestas a los recursos de reposición parecía más un copiar y pegar – nuevamente – de algún documento MINEDUC, lo cual le asignaba características incoherentes a dichas respuestas; 4) un buen grupo de docentes quedó a 0,02% o incluso 0,01% de subir de tramo (la misma estrategia que usaron conmigo en 2013). Una reposición respondida a tiempo habría hecho la diferencia. 5) las rúbricas de portafolio con los criterios que describen las acciones de un profesor destacado no aparecen en ningún documento ministerial enviado a los docentes. Es un proceso a ciegas; 6) los informes de la evaluación de los portafolio contenían severas discrepancias del material enviado o lisa y llanamente no coincidían con lo enviado. Lo que es incluso peor, estos informes de trabajos altamente personalizados por generarse de acuerdo a un curso del docente y por ende irrepetibles entre sí, contenían observaciones generalizadas copiadas y pegadas para docentes de diferentes asignaturas y regiones.
En 2019, solicitamos a MINEDUC las rúbricas de portafolio destacado y las respuestas correctas vía Consejo para la Transparencia (CPLT) y la información se negó. Los docentes colegiados solicitamos al Colegio de Profesores que nos representara con sus abogados ante la ley como lo establecen los estatutos del Colegio, y un silencio cómplice es la única respuesta que recibimos. Incluso hoy los evaluados 2018 no tenemos respuesta clara del Colegio. Solicitamos entonces un Amparo al CPLT que permitió liberar 301 archivos de rúbricas destacadas y pruebas ECEP de todas las asignaturas, material que compartimos gratuitamente hace un mes y que el Colegio de Profesores increíblemente aún no comparte en su página web.
En 2020, aparecieron los resultados de los portafolios con situaciones idénticas a lo que habíamos denunciado en 2019, aunque con casos más inverosímiles. Algunas retroalimentaciones de portafolios hechos en lenguaje correspondían a matemáticas, por ejemplo.
En nuestra página Facebook Evaluemos la Evaluación, hemos dejado evidencias de varias de las anomalías descritas, testimonios anónimos de correctores, iniciativas de conseguir abogados para ir a Contraloría o a tribunales, nuestros intentos por conseguir representación de abogados del Colegio de Profesores, y el evento de liberación de los 301 archivos compartidos.
Creemos que haber revelado estos documentos constituye en sí mismo un hecho histórico que modificará las aberrantes condiciones de evaluación a ciegas de los docentes en Chile. MINEDUC y los organismos mencionados tendrán que replantear todo su funcionamiento y presupuesto para lograr que el proceso de evaluación docente en Chile sea el esperado, incluyendo a un inexplicablemente silente Colegio de Profesores, de quiénes no hemos conseguido ni una mención en su página web. Sin embargo, nos mueve un objetivo mayor: que el proceso evaluativo docente en Chile sea uno digno, informado y justo, y sirva por primera vez para mejorar la Calidad de la Educación en Chile, de ese Chile que estamos a punto de cambiar en aras de la ahora tan anhelada equidad social.
Rodrigo Venegas Vergara
Profesor (colegiado) y Fundador del Movimiento Docente Evaluemos la Evaluación