Medios sirios e internacionales denunciaron este viernes las acciones estadounidenses en territorio del norte de Siria, intensificadas a diario y en evidente violación de las leyes avaladas por Naciones Unidas, destacó un reporte de Prensa Latina.
Desde enero pasado hasta la presente fecha, las tropas estadounidenses asentadas en 13 bases ilegales en las regiones sirias de Hasaka, Deir Ezzor y Raqqa recibieron centenares de caravanas con insumos de todo tipo, municiones, armamento variado y equipos de telecomunicaciones a través del cruce fronterizo con Iraq de Al Waleed.
En total acuerdo y cooperación con las denominadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), de mayoría kurda, redistribuyen a no menos de dos mil efectivos, entre ellos tropas especiales, helicópteros de apoyo y aumento del control de las comunicaciones vía satélite.
De particular relevancia, de acuerdo con denuncias desde Damasco y Moscú, resalta el hecho de que trasiegan hidrocarburos desde yacimientos de gas y petróleo que junto a las FDS, controlan en áreas de las provincias de Raqqa y Deir Ezzor, los mantienen en producción y los emplean como fuente de fondo adicional para los ingresos de los grupos que respaldan.
El principal punto de ese tipo de acciones es garantizado a partir de la instalación militar de Kharab Al Jeir, con aeropuerto habilitado y cercano a la localidad de Al Yarubiye, a menos de seis kilómetros de la frontera con Iraq en el norte de la provincia siria de Hasaka.
Testimonios en las redes sociales, señalan incluso, que trasladan vehículos Hummer dañados hacia territorio controlado en Iraq.
Estas operaciones son coordinadas con puestos de dirección en la otra base ilegal de Al Tanef, en la región sureste de este país del Levante, un triángulo geográfico con Jordania y zonas iraquìes, justo en los límites del campamento de refugiados de Rubklan y los Centros de Inteligencia y Entrenamiento estadounidenses ubicados en Ammán, la capital jordana.
Las más recientes denuncias, tanto de fuentes nacionales como de la portavoz de exteriores de Rusia, María Zajárova, entre otras, precisan que Washington respalda a grupos extremistas vinculados o no a elementos dispersos del Estado Islámico, Daesh en árabe, los cuales realizan ataques contra el Ejército sirio en el vasto desierto de Al Badiya.
También actúan justo al sur de las áreas que los militares de Estados Unidos y las FDS mantienen ocupadas.
A esas evidencias se suman las declaraciones de elementos extremistas capturados por el Ejército sirio y quienes abundaron en detalles sobre la preparación y apoyo militar que reciben en Al Tanef, así como en sitios del territorio jordano e iraquíes a pocos kilómetros de la frontera sureste de esta nación del Levante.
La peligrosa escalada estadounidense implica incluso, provocaciones y encuentros aislados con fuerzas rusas en los territorios mencionados y con integrantes del Ejército sirio, quienes en varias ocasiones les impidieron el paso por sus puestos de control.
En ese sentido, las acciones de Estados Unidos aumentan tensiones, obstaculizan cualquier salida negociada con seriedad y sensatez.
Además, contribuyen a los continuos despliegues de las fuerzas armadas del régimen sionista de Israel en los territorios ocupados de Palestina y las Alturas sirias del Golán, en la provincia de Quneitra y a menos de un centenar de kilómetros en línea recta con Damasco.
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