El gobierno de Brasil vaticinó la posibilidad de crisis y tensiones en el entorno estratégico del país, durante la presentación de los planes de defensa que se actualizan cada cuatro años, publicó este jueves Prensa Latina.
Señaló que el portal de noticias G1 destacó que la administración federal presentó, sin cobertura de prensa, la tercera actualización de un conjunto de documentos, consistentes en “Política de Defensa Nacional”, “Estrategia de Defensa Nacional” y el “Libro Blanco de Defensa Nacional”.
Por videoconferencia, el presidente del país suramericano Jair Bolsonaro participó con los ministros en la presentación de esos planes y tal riesgo de conflicto se enmarcó en América del Sur, la Antártida y el océano Atlántico hasta la costa occidental de África.
Las nuevas versiones de los pliegos fueron presentadas a los ministros y al titular del Senado, Davi Alcolumbre, en una reunión en el Palacio del Planalto (sede del Poder Ejecutivo en Brasilia).
Según la ley, cada cuatro años el gobierno federal envía al Congreso una actualización de los documentos.
De acuerdo con el Ministerio de Defensa, es la primera vez desde la creación de la cartera en 1999 que la Política de Defensa Nacional no aborda la ausencia de riesgo de conflicto.
Para ese gabinete, esto no significa que Brasil esté cerca de un conflicto armado con otros países.
En Política Nacional, la Defensa registró que América del Sur, la Antártida y los países de la costa occidental de África tienen reservas naturales que, en un escenario de escasez, pueden “dar lugar a conflictos en los que prevalece el uso de la fuerza o su apoyo a la imposición de sanciones políticas y económicas”.
Desde el punto de vista de la Defensa, no se puede descartar la posibilidad de que se produzcan tensiones y crisis, con posibles repercusiones para Brasil, de modo que el país pueda estar motivado para contribuir a la solución de eventuales controversias o incluso para defender sus intereses, indica un extracto del texto.
El escrito también evalúa que en los últimos años el “espectro del conflicto estratégico militar entre las principales potencias” ha crecido, con el retorno de la competencia por la “supremacía global”.
No obstante, la “interdependencia económica mundial favorece la búsqueda de soluciones negociadas de las controversias”.
Los tres documentos son parte de la llamada base legal de la Defensa. Según el ministerio, la actualización está prevista por la ley y el contenido es una cuestión de Estado.