Marte como destino turístico y hasta como hábitat para la humanidad. Hacia ese objetivo apuntan las grandes potencias que estudian al planeta rojo. Sin embargo, en ese camino uno de los mayores obstáculos de las misiones tripuladas es proteger a los astronautas de los mortales rayos cósmicos.
La agencia Sputnik reseñó que experimentos realizados en la Estación Espacial Internacional (EEI) demostraron que el Cryptococcus neoformans es capaz de absorber rayos cósmicos. Este hongo, encontrado en abundancia en los alrededores de la central nuclear de Chernóbil, es capaz de realizar un proceso conocido como radiosíntesis. Es decir, puede absorber la radiación y convertirla en energía química, detalla la investigación.
La muestra de hongo puesta a prueba en la EEI era de solamente dos milímetros de grosor, pero fue capaz de bloquear y absorber 2 % de la radiación espacial. Los científicos creen que una capa de 21 centímetros de estos hongos autorreplicantes sería suficiente para proteger a los futuros colonizadores del planeta rojo.
En enero pasado, la Agencia Espacial de Estados Unidos (NASA, por su sigla en inglés) informó que desarrolla un proyecto para crear hogares espaciales a partir de hongos. La idea, según el ente, es que a futuro los humanos puedan «traer un hábitat compacto construido con un material liviano con hongos inactivos que durarán durante los largos viajes a lugares como Marte».
«Tras la llegada, al desplegar esa estructura básica y simplemente agregar agua, los hongos podrán crecer alrededor de ese marco en un hábitat humano completamente funcional, siempre que estén contenidos de forma segura dentro del hábitat para evitar contaminar el ambiente marciano», explicó la NASA.
Por otro lado, precisaron que aunque es posible construir escudos con acero inoxidable y otros materiales del tipo, estos deben enviarse desde la Tierra, algo que constituye una operación compleja y costosa.
El Ciudadano / Agencia Sputnik