El Gobierno de Nicaragua ha aplicado medidas exitosas contra el COVID-19 y está dialogando con Rusia para conseguir la vacuna y los fármacos que está elaborando ese país para combatir la enfermedad, dijo el secretario de Relaciones Internacionales del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), Carlos Fonseca Terán.
«Estamos teniendo diálogo con Rusia; de hecho, recientemente estuvimos en una conferencia virtual en la cual nuestras autoridades competentes manifestaron nuestro interés por acceder a este tipo de medicamento para contrarrestar la pandemia», afirmó el dirigente del partido de Gobierno.
En Rusia se están desarrollando 26 variantes de vacunas contra el nuevo coronavirus por parte de 17 organizaciones científicas, comunicó el 28 de julio la jefa de la oficina nacional de protección al consumidor (Rospotrebnadzor), Ana Popova.
Además, Rusia ha desplegado varios fármacos contra el COVID-19 que han sido presentados para los países latinoamericanos.
Cooperación e historia
Hijo de uno de los fundadores del FSLN, Carlos Fonseca Amador, el dirigente destacó que su país necesita seguir impulsando la cooperación con Rusia.
«Nosotros tenemos relaciones históricas con Rusia y por supuesto la cooperación es parte esencial de nuestra política exterior; hay grandes lazos de hermandad con Rusia, muchos nicaragüenses estudiaron en Moscú, nuestro ejército se formó en Rusia (…) Tenemos grandes lazos históricos, culturales, afinidades que vienen de muchos años de historia común», recordó.
Fonseca Terán explicó que las relaciones entre ambas naciones vienen desde los tiempos de la Unión Soviética.
«Sin su ayuda, nuestra revolución no podría haber sobrevivido en su primera etapa en los años 80; Rusia no se alimenta del abuso, como lo hace el imperialismo», agregó.
COVID-19
Por otro lado, Fonseca Terán dijo que Nicaragua mantiene una lucha exitosa contra el COVID-19 y afirmó que las acusaciones que existen por un supuesto maquillaje de las cifras de la pandemia son falsas.
«En Nicaragua, en el mes de abril, la derecha pronosticó que en mayo iba a haber 23.000 fallecidos; ellos tienen un conteo paralelo según llevan la cuenta de más de 2.000 fallecidos, pero ellos dijeron que para mayo iba a haber 23.000 fallecidos. Esta gente carece totalmente de legitimidad», explicó el dirigente oficialista.
Mientras el Gobierno afirma que hay 116 fallecidos por COVID-19, el Observatorio Ciudadano, que en su página web se define como «independiente», informó el 25 de julio que unas 2.487 personas han muerto en Nicaragua con síntomas de COVID-19.
El dirigente afirmó que el Observatorio está comandado por la «derecha», la cual «ha tenido un comportamiento criminal» al decir que hay colapso sanitario en el país.
«Eso es total y absolutamente falso y lo que buscan con eso es desestimular a la gente que vaya a los hospitales, y de eso depende la vida, de que vayan a tiempo; crean un ambiente de pánico para boicotear los esfuerzos que se están haciendo; para ellos cuantos más fallecidos haya, es mejor, es un comportamiento totalmente criminal», expresó Fonseca Terán.
El dirigente del FSLN sostuvo que las medidas del Gobierno contra el COVID-19 han sido «exitosas» y afirmo que Nicaragua tiene lo que calificó como un «modelo del equilibrio».
«En Nicaragua no se plantea una disyuntiva entre la economía y la vida; nosotros tenemos un modelo económico para la vida. Apostamos al mayor distanciamiento social combinado al mayor nivel de funcionamiento de la economía. Si la economía se paraliza, el principal afectado es el pueblo, que es la base fundamental de nuestro proyecto revolucionario», dijo.
Elecciones
El gobierno de Daniel Ortega confirmó el pasado 14 de julio que las próximas elecciones generales en Nicaragua se celebrarán el 7 de noviembre de 2021 y anunció una ampliación del plazo para la legalización de los partidos políticos participantes.
A su vez, la semana pasada, el director adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de EE.UU., Jon Piechowski, dijo que Washington seguirá presionando al Gobierno de Nicaragua hasta que garantice elecciones «libres y justas», ponga fin a la «represión» contra opositores y libere a los «presos políticos».
Fonseca Terán señaló que el FSLN tiene un respaldo popular superior a 50% desde el 2010, por lo que va a volver a «ganar las elecciones de 2021».
«La derecha no cuenta con una expresión organizada para competir contra el sandinismo; esto nos permite afirmar con plena seguridad que vamos a ganar las elecciones de 2021. Sabemos que estamos enfrentados al enemigo más peligroso para la revolución que es el imperialismo norteamericano, por eso no nos confiamos», reflexionó.
El dirigente sostuvo que en Nicaragua existe el «pluralismo político» y que EE.UU. debería reformar sus propias elecciones antes de criticar al país latinoamericano.
«En EE.UU. existen elecciones indirectas, y aunque es cosa de ellos, ya que se meten en nosotros, nos podemos meter con ellos, son elecciones en el que puede ganar el que tiene menos votos (…) Por tanto, las elecciones de EE.UU. son fraudulentas por naturaleza», agregó.
Canal
Por otro lado, el dirigente del FSLN señaló que Nicaragua no ha renunciado a su canal marítimo, ya que es uno de los objetivos más grandes del Gobierno.
En 2013, el proyecto del Gran Canal Interoceánico de Nicaragua, según su nombre oficial, brillaba en los titulares de la prensa como «desafío a Panamá», «el controvertido y faraónico Canal», o «un sueño de 500 años que pronto se puede concretar».
Hasta la fecha, el Canal de Nicaragua ni siquiera empezó a construirse.
De ser concluido, el megaproyecto marcaría un nuevo hito en la navegación marítima mundial, mientras que la importancia del Canal de Panamá pasaría a un segundo plano.
Fonseca Terán aseveró que el canal marca la historia de Nicaragua y significa para el Gobierno más soberanía y prosperidad económica.
El dirigente sostuvo que con este proyecto, el Gobierno de su país no está «desafiando» al Canal de Panamá, ya que este último no es apto para que crucen la mayor parte de las embarcaciones que sí podrían hacerlo por Nicaragua.
De acuerdo con los planes del Gobierno nicaragüense y las promesas de la empresa china HKND Group, el principal inversor del proyecto, la nueva vía interoceánica de casi 280 kilómetros de extensión (frente a los 80 kilómetros del Canal de Panamá) serviría para los barcos más grandes y sería el paso más corto entre Asia y los puertos en la costa este de EE.UU.
La construcción comenzó oficialmente en 2014, pero la crisis bursátil que azotó China entre 2015 y 2016 le hizo perder 85% de su patrimonio al principal inversionista de HKND, el magnate de las comunicaciones Wang Jing.
Cortesía de Sputnik