Jueves 23 de mayo del 2013
“A la comunidad de Magallanes y a la comunidad universitaria”
El estamento estudiantil de la Universidad de Magallanes a través de la federación y asamblea general de estudiantes, consejo de presidentes y el comité.
Expone y declara:
Estableciendo como contexto la legitima demanda ciudadana nacional por una educación pública gratuita, laica y de excelencia en todos los niveles educacionales, y la necesidad urgente de generar un cambio en el sistema educativo del país el cual, actualmente, se encuentra al servicio especulativo del mercado, mercantilizando los saberes y reproduciendo la inequidad social, se produce una nueva problemática nacional a raíz de la requintilización llevada a cabo por el ministerio de educación, afectando a miles de estudiantes de todos los ciclos operantes en la educación chilena, que se ven perjudicados parcial o totalmente con la pérdida de beneficios entregados por el estado (becas y créditos).
Si bien, este problema se enmarca en la educación de mercado y las políticas de auto sustento que las universidades públicas tuvieron que asumir desde 1981 a la actualidad, acusamos que existen responsabilidades administrativas que han de ser reconocidas y enmendadas por la autoridad.
El estamento estudiantil de la Universidad de Magallanes entiende que una universidad pública es una institución social, al servicio de la comunidad a la que pertenece, un espacio de convivencia, experiencia y construcción de conocimientos acerca del mundo en que vivimos, donde se amplía la “capacidad de acción y reflexión” del estudiante en formación, donde el respeto y reconocimiento del otro como ser legítimo, conlleva a ser capaces de compartir conscientemente la responsabilidad cotidiana de construir nuestro espacio de convivencia asumiendo un compromiso ético y ecológico con la comunidad. Esto es el “Quehacer” universitario. Entendemos que la educación responde al tipo de sociedad que buscamos conseguir.
Anhelamos que nuestra Universidad de Magallanes sea una universidad de excelencia y lo lograremos a medida que cada uno de los miembros académicos (profesores y estudiantes) hagan práctica en lo cotidiano, sobre la aplicación de los dominios de acción y reflexión de los conocimientos que se estudian. Queremos que todos los hijos e hijas de Magallanes tengan la opción legítima y legal de estudiar en la UMAG, perseguimos como fin irrenunciable que la comunidad Magallánica conozca y sienta esta institución como suya.
Somos acérrimos creyentes que la competencia no es, ni puede ser sana, porque implica la negación del otro, ya que, en la competencia siempre hay alguien que necesariamente tiene y debe perder. Rechazamos una educación basada en la competencia.
Del mismo modo exponemos que la “TOMA” no es un fin en sí mismo, sino una herramienta de presión y manifestación legitima de este malestar.
Preguntamos entonces: ¿es acaso, la estratificación social por quintiles un indicador justo? ¿Hasta cuándo es posible admitir la mercantilización de la educación que lleva al reparto desigual del bienestar de los miembros de una comunidad?
“Decir que los hombres son personas y como personas son libres y no hacer nada para lograr concretamente que esta afirmación sea objetiva, es una farsa” (P. Freire)