Pese a lo pacífico de la jornada, hasta este mediodía 23 manifestantes han sido detenidos en las protestas convocadas en Londres en vísperas de la cumbre del G-20.
La mayor parte de los detenidos fue luego de que la policía de Londres encerrara a los manifestantes en los alrededores del Banco de Inglaterra, impidiéndoles el libre tránsito por la ciudad.
Esto provocó la impotencia de los activistas, algunos de los cuales ingresaron al Royal Bank of Scotland (RBS), un banco que debió ser rescatado por el Estado inglés. Su ex jefe, Fred Goodwin, fue objeto de la ira de los británicos por los altos sueldos pagados a los banqueros. Claro que la institución fue prontamente defendida por las fuerzas policiales.
Otros 11 detenidos fueron por llevar uniformes de policía. Ellos se encontraban arriba de un vehículo estilo militar que llevaba escrito la palabra RIOT (disturbio, en inglés). El resto de los detenidos fueron por desorden público, posesión de drogas, comportamiento amenazador o indecencia.
Las agencias informativas destacan que la policía cargó con dureza contra la gente congregada. Hay casi 5.000 agentes policiales custodiando el centro de la ciudad, los que quieren evitar que confluyan las diferentes marchas programadas desde distintos puntos de la capital inglesa.
Pese a ello, la convocatoria ha sido masiva. En estas horas en el centro de Londres hay más de 5 mil manifestantes que protestan con música en directo y numerosas pancartas contra la reunión del G-20
El Grupo de los 20 (G-20) fue formado en 1999 e integra a las economías más industrializadas del mundo (G-(8) y los once países con las principales economías emergentes de todas las regiones del mundo. Las veces que se han reunido se impartieron directrices para mantener el consenso en las políticas de libre mercado.
LA RESPUESTA DE LA CALLE
El consenso en los grupos de poder tiene su contraparte en las calles, como ocurre hoy en Londres. Cuatro grandes protestas saldrán de distintas estaciones de metro de la capital británica, con la intención de alzar su voz en contra del sistema capitalista y las guerras que azotan a parte del planeta.
Cada marcha convocará a una demanda distinta. De la estación Moorgate saldrá el jinete rojo, que representa los horrores de la guerra. De la estación de Liverpool Street, el verde, que representa las penurias del cambio climático. De London Bridge, al otro lado del río, el plateado, símbolo de los delitos financieros. Y de Cannon Street, el negro, que se refiere a quienes han perdido su empleo por la crisis.
Las cuatro marchas debían confluir este mediodía frente al edificio fortaleza del Banco de Inglaterra y, según se adelantó en los foros de la web, se intentará “asaltar el estómago de la bestia”.
La policía ha impedido hasta este momento que las marchas confluyan.
Pero la protesta se extenderá más allá del distrito financiero de Londres. Al otro lado de la ciudad, en el West End, una marcha de la coalición Stop the War marchará desde la embajada americana hasta Trafalgar Square. Su objetivo es aprovechar la presencia del presidente norteamericano, Barack Obama, para recordar los compromisos militares americanos en Irak y Afganistán y los bombardeos a civiles en la Guerra de Gaza.
La protesta fue organizada por el grupo G20 Meltdown, nombre que alude a la catástrofe resultante de la fusión de un reactor nuclear. Integra a movimientos anticapitalistas, pacifistas y ecologistas, entre muchos otros.
La convocatoria de hoy ha sido también llamada «Día de los Inocentes Financiero», en referencia a que en Reino Unido se celebra el 1 de abril el Día de los Inocentes.
Otra de las protestas será en la Universidad del Este de Londres bajo el lema ‘Cumbre Alternativa de Londres’, en la que está prevista la participación del director de cine Ken Loach, el ex alcalde de Londres Ken Livingstone y la líder del Partido Verde Caroline Lucas.
“Nos han robado”, dijo Vinzcente Oliver, de 22 años, del norte de Inglaterra, protestando por cómo los bajos tipos de interés están afectando a ahorradores y pensionistas. “Vengo para apoyar a los mayores que han estado trabajando todos estos años. Si nosotros robáramos algo iríamos a la cárcel” – agregó a la agencia Reuters.
DISENSOS EN EL G-20
Mientras en las calles la sociedad civil protesta, al interior del G-20 tampoco hay consenso respecto a las medidas a tomar en el actual contexto de crisis financiera neoliberal.
Así lo hizo ver la canciller alemana, Angela Merkel, quien se unió al presidente francés, Nicolas Sarkozy, en la demanda por regulaciones estrictas, en lugar de aumentar el gasto público.
En tanto, Obama minimizó las diferencias, diciendo que había un «consenso enorme» sobre la necesidad de trabajar en forma concertada para responder a la crisis financiera global.
Por su parte, el primer ministro inglés, Gordon Brown, dijo que sólo faltarían «horas» para un acuerdo sobre temas como un posible impulso de 100.000 millones de dólares para el comercio global, cuestiones de regulación financiera y apoyo al crecimiento económico y la creación de empleos.
La respuesta de Sarkozy fue que “no seré socio de una cumbre que concluya con un comunicado de compromisos falsos que no aborden los temas que nos preocupan”.
Según el rotativo británico The Times, uno de puntos neurálgicos podría ser la discusión respecto a un mejor control de los mercados financieros. Francia exige una instancia de control central, una propuesta que rechaza la mayoría de países.
China y Rusia en tanto han comenzado un debate sobre las monedas de reserva trayendo la posibilidad de desarrollar los derechos especiales de giro del FMI como base para una nueva moneda global. «Deberíamos pensar en crear un nuevo sistema monetario (…) El sistema actual no es ideal», dijo el presidente ruso, Dmitry Medvedev, en Berlín. “No nos podemos desarrollar en los próximos 10 años si no creamos una nueva infraestructura incluyendo nuevos sistemas (monetarios), agregó.
El Ciudadano
THE GUARDIAN, PERIÓDICO BRITÁNICO, MANTIENE UN SITIO INTERACTIVO CON LAS PROTESTAS EN LAS CALLES DE LONDRES: VEALO AQUÍ
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