Los 8,4 billones de dólares comprometidos por los países ricos para salvar a sus bancos de la crisis serían suficientes para acabar con la pobreza extrema durante 50 años y un paso de gigante para acabar con ella definitivamente, según los cálculos de Oxfam hechos públicos a un día de la cumbre del G20 en Londres.
La organización afirma que los líderes del G20 podrían tener un impacto muy importante sobre los más pobres si dedicaran una pequeña fracción del dinero dedicado a salvar su sistema financiero en dar un estímulo económico, redes de protección social y servicios sanitarios para aquellos que más están sufriendo la crisis.
Oxfam Internacional pide un paquete de inversión de 580.000 millones de dólares anuales para los países más pobres, paquete que debería incluir un estímulo fiscal inmediato para esos países de al menos 24.000 millones de dólares, condonaciones de deuda y el cumplimento de las promesas de incrementar la ayuda al desarrollo.
La organización también pide acciones urgentes para acabar con los paraísos fiscales, que privan a los países en desarrollo de cientos de millones de euros en impuestos cada año, una cantidad que es mucho mayor de lo que esos países reciben anualmente en ayuda al desarrollo.
“Cuando miras la cantidad de dinero que ha sido encontrada para ayudar a los bancos, parece inconcebible que los líderes del G20 se puedan mantener al margen y permitir que la crisis económica destruya a la vida de los más pobres”, afirma Ariane Arpa, Directora de Oxfam Internacional en España.
“Los países en desarrollo se están tambaleando aún por la tremenda disminución del comercio, de las remesas enviadas por los inmigrantes y la inversión extranjera. Los países más ricos, cuyas políticas contribuyeron a generar la crisis, tienen la responsabilidad de ayudar a aquellos que no pueden asumir su propio rescate”, señala Arpa.
“Sin una acción urgente, cientos de millones de personas pobres se hundirán aún más en la miseria. La perdida de empleo es una situación devastadora ocurra donde ocurra, pero para millones de personas en los países pobres que no tienen garantizada la sanidad ni beneficios sociales, el desempleo los empujará a la indigencia”, añade representante de Oxfam.
Un informe de Oxfam Internacional publicado esta semana, revela que las mujeres son las que más sufren la crisis y suelen ser las primeras en ser despedidas cuando los países se deslizan hacia una recesión. Para muchos, en los países en desarrollo, la recesión se suma al incremento de los precios de petróleo y de los alimentos que han llevado a muchas comunidades a situaciones insostenibles.
Oxfam Internacional presiona a los gobiernos de los países más ricos para que impulsen un “New Deal verde”, asegurando que sus medidas de rescate ayudan a afrontar el cambio climático, acelerando la transición hacia una economía baja en emisiones de carbono.
La organización también pide la reforma de las instituciones financieras internacionales, incluido el FMI y el Banco Mundial, para dar a los países en desarrollo un papel destacado en las decisiones que les afectan.
Arpa subraya: “No podemos volver a la situación donde la codicia de los más ricos tenía prioridad sobre las necesidades de millones de personas. Los líderes del G20 tienen una oportunidad real de dar un gran paso hacia un mundo más justo y sostenible.
Información complementaria:
Los 8,4 billones de dólares (invertidos en inyecciones de capital, compra de activos tóxicos, créditos subsidiados y garantías de créditos) equivalen a más de 1.250 dólares para cada hombre, mujer y niño del planeta. El coste anual de sacar a los 1.400 millones de personas que viven en la pobreza extrema (menos de 1,20 dólares al día) es de 173.000 millones de dólares.
Por Catalina Navarro