Nunca Seremos Dichosos: “Sentimos que estamos mirando hacia el pasado para encontrar esa esencia que nos fue arrebatada”

Miramos el hervidero que sucede en el Wallmapu, las caras de la desidia del aparato estatal, de la mala educación que nos convenció que la vida tiene solo una forma de concebirla -en su espiritualidad, en su doméstico, en sus imaginarios-.

Por eso cuando el proyecto Nunca Seremos Dichosos, obtiene el premio a Mejor Banda Metal en la última edición de los Premios Pulsar, resuena como una suerte de necesario alimento para la lucha que sostiene el pueblo nación mapuche en pos de la reivindicación de sus derechos y de su reconocimiento por parte del Estado chileno.

El Ciudadano conversó con Nunca Seremos Dichosos para que nos compartieran sus impresiones a la hora de apostar por reescribir la tradición del sonido metal con elementos del imaginario mapuche -cristalizado en el laureado disco Kollong (2019)-, sus juicios frente a la escena creativa local o cómo han enfrentado este tiempo de pandemia desde el oficio de músicos.

¿Cómo sucedió la decisión de emprender un proyecto musical que cruce el metal con la potencia de un imaginario de raíz como el mapuche? ¿cómo viven ese proceso a nivel compositivo y estético?

El metal siempre se ha caracterizado por ser un género confrontacional, y su temática depende de la postura política de quienes lo interpretan. Para nosotros, la fuerza y violencia que transmite el género se conecta con la rabia y la carencia de reconocimiento histórico que tiene el estado chileno frente a la nación mapuche. Utilizamos nuestra música como canal para la reivindicación, no solo del pueblo mapuche, sino que diferentes consignas que se intersectan, pero todo desde un imaginario mapuche con respeto y admiración por la cultura, puesto que, nuestra ancestralidad está directamente unida a este territorio y la necesidad de expresarnos frente a esto siempre fue una constante entre nosotros. Esto se materializa directamente en cómo hacemos, componemos e interpretamos en vivo nuestra música.

Desde estudiar la música ancestral hasta el momento de iniciar un show en vivo, todo lo que hacemos es desde el respeto, estudiando el idioma y la cultura. Esa podría ser la forma en la que vivimos el proceso, siempre aprendiendo de nuestras raíces con humildad.

Conscientes de la riqueza del cancionero político que nos antecede y más aún, cargando con la potencia de llamarse Nunca Seremos Dichosos, ¿cómo sienten la presencia de su música en medio de esta realidad tan violenta con la clase trabajadora o con el pueblo nación Mapuche? ¿cómo conciben sus canciones en este escenario tan cruel?

Gente de distintos sectores ha conectado con nosotros, han salido a manifestarse y/o ha realizado activismos de distintas formas, llevando consignas que cantamos en nuestra música. También, nos han enviado registros fotográficos de rayados y grafitis que demuestran que algunas personas se sienten identificadas con nuestro discurso, que habla de una realidad violenta a la que todos estamos subyugados. Nos sentimos en parte agradecidos y en parte afectados, porque el hecho de que muchas personas se identifiquen con un discurso que habla de una realidad tan cruel, es porque legitima ese discurso, es decir, todas esas injusticias que intentamos representar cantando son reales.

Es paradójico, el lema es Nunca Seremos Dichosos y mientras exista esta banda no lo seremos. Cuando seamos dichosos, no tendremos motivos para cantar injusticias, y quizá, hagamos otra agrupación musical o abordemos otras disciplinas artísticas.

El músico chileno, Ernesto Holman, comentó en una entrevista que más allá de los géneros, la música que pertenece a este territorio está vinculada a lo telúrico, a elementos como la potencia del canto o una rítmica que suceda casi como un ritual. Desde su trinchera creativa, ¿cómo observan las palabras de este músico? ¿creen en esta descripción?

Lo único cierto de este territorio es que se formó por la lucha de dos fuerzas que se manifiestan a través de terremotos, maremotos y otras entidades naturales. El lugar que habitamos se caracteriza por sus vaivenes telúricos, geográficos y políticos. Vivimos en una constante crisis que se permea al plano de las ideas. 

Nuestra identidad se encuentra en una constante “sobreescritura”, y en cierto sentido, sentimos que estamos mirando hacia el pasado para encontrar esa esencia que nos fue arrebatada, nuestra naturaleza ritual. Creemos que la música de este territorio siempre ha conectado con la realidad del mismo y no se pueden separar.

Hablando de contingencia, ¿cómo han enfrentado desde la vereda de trabajadores de la cultura esta crisis? ¿cómo han desarrollado su trabajo sujetos al confinamiento? ¿qué opinan respecto al rol de la oficialidad -como el Ministerio de Cultura- en este escenario?

Tenemos algunas de las herramientas para poder dedicarnos a la música, invirtiendo la mayor cantidad posible de nuestro tiempo en ella. Sin embargo, esta crisis nos pegó fuerte, perdimos muchas oportunidades de tocar y tuvimos que posponer el lanzamiento de nuestro disco KOLLONG por segunda vez. Hemos aprovechado el tiempo para componer y crear nueva música, estamos ansiosos por volver a tocar y conectarnos otra vez con quienes nos han apoyado todo este tiempo. 

Con respecto al ministerio de cultura, no tenemos nada que decir. Hay una carencia evidente y constante de iniciativas de apoyo de su parte, más aún con el género metal. Son prescindibles para el desarrollo cultural.

Chile es reconocido por su tradición musical vinculada al sonido metal. ¿Cómo observan esta escena actualmente? ¿cuáles creen que son las sombras y las luces de este espacio de creación musical?

Creemos que si bien en Chile hay una tradición musical vinculada al género, esta se ha enfocado principalmente en el metal producido en el extranjero y ha dejado de lado la creación de una identidad musical local. Sentimos que en esta nueva camada de Metal “actual” se está buscando resignificar el estilo para entregarle una sonoridad distinta. 

El desafío es grande, pero nos sentimos acompañados en el camino de buscar una identidad sonora que nos vincule al territorio.

Hace un par de semanas obtuvieron el premio Pulsar por Mejor Artista Metal. ¿Qué sensaciones les deja haber obtenido este reconocimiento?

Sentir gotas de alegría en estos tiempos, sin duda es un privilegio. Ante este reconocimiento hay bastantes aspectos de los que nos dimos cuenta al saber que estábamos premiados. La intención de este disco es para nosotros un llamado a la lucha por la reivindicación del territorio, la gente y sus raíces. La música no debiese ser premiada por hacer el esfuerzo de rescatar una cultura milenaria desde un género, no deberíamos verlo como una hazaña, menos como un halago, porque es violento y triste saber que hurguetear en el tacho de la basura de la historia es sinónimo de innovación. 

Es difícil sentirnos contentos o aliviados si pu peñi engu pu lamngen en el Wallmapu se mueren de a poco envueltos en una huelga de hambre. Peor aún, si estamos sumidos en una crisis que se viene gestando desde hace años, vestigio de un sistema opresor que nos tiene sumidos en la miseria. Ganar este reconocimiento nos produce alegría como seres humanos capaces de ejecutar música, pero reafirma que los motivos por los que interpretamos nuestra música son reales y eso nunca nos traerá felicidad. Es la dualidad de nuestro nombre.

Por último, ¿qué desafíos o proyectos se vienen de aquí en adelante?

En estos días planeamos lanzar el videoclip de una de las canciones de KOLLONG. Estamos muy motivados con eso, lo estamos trabajando con les chiques de Vesuvio Cine, una productora audiovisual de la Quinta Región quienes le han puesto mucha dedicación y cariño al trabajo. Creemos que no decepcionará y estamos tratando de que entregue un mensaje claro a quien lo vea. 

Queremos reagendar pronto el lanzamiento de KOLLONG, varias personas compraron su entrada y estamos velando para que sea válida en la nueva fecha. Aunque así como vamos, creemos que tendrá que ser para el próximo año.

Por último, seguimos componiendo y creando música inspirada en esta tierra, para más adelante lanzar otro trabajo discográfico.