Aunque la oposición en Bielorrusia había manifestado su intención de sostener un diálogo con el actual presidente Alexander Lukashenko para lograr una solución pacífica a la situación del país, Olga Kovalkova exrepresentante de la excandidata presidencial Svetlana Tijanóvskaya en la campaña electoral, manifestó que el mandatario puede ser perseguido por ley después del cambio de poder.
Lo que podría ser una estrategia de la oposición; mostrarse a favor de la discusión, del pacto y el diálogo quedó a la vista con las declaraciones de Kovalkova quien precisó que si se encuentran pruebas de un hecho ilícito la ley debe actuar, sin importar si se trata de un expresidente.
«Si una persona ha cometido un delito y su culpabilidad está probada, debe estar sujeta a persecución penal. Es un criterio para todos, sin importar si ha sido presidente o si es un ciudadano común. Por tanto, si se prueba la culpabilidad de alguna persona que cometió un delito, entonces debe rendir cuentas», dijo Kovalkova a la emisora rusa Ejo Moskvi.
Según la ley de Bielorrusia, el presidente del país goza de inmunidad.
Desde el domingo 9 de agosto se desarrollan protestas en las calles, luego que la oposición no aceptara los resultados de las elecciones presidenciales y llamara a sus seguidores a desconocer los resultados.
Alexander Lukashenko, se encuentra en el poder desde 1994, y ha descartado el desarrollo de nuevos comicios, «Hemos construido un bello país, con sus dificultades y desperfectos. ¿A quién queréis entregarlo? Si alguien quiere entregar el país, ni muerto lo permitiré», dijo Lukashenko, citado por la agencia Belta bielorrusa, desde la tribuna instalada en la plaza de la Independencia en la primera concentración a su favor desde la celebración de las elecciones.
Lukashenko subrayó que la repetición de las elecciones presidenciales supondría la «muerte de Bielorrusia como Estado y como nación»,
«Nos proponen un nuevo gobierno ya lo han formado en el extranjero, ya son dos, no se ponen de acuerdo en quién va a gobernarnos. No necesitamos un gobierno del exterior, necesitamos nuestro gobierno y nosotros lo vamos a elegir», enfatizó.
Ante la situación, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, en una segunda llamada telefónica que se produce con su homólogo bielorruso, le expresó la disposición de Moscú a «prestar la ayuda necesaria para resolver los problemas» surgidos en Bielorrusia, luego de las elecciones.
Según el Ministerio del Interior, los enfrentamientos entre los cuerpos de seguridad y los manifestantes dejan como saldo: dos muertos, cientos de heridos, entre ellos un centenar de policías, y más de 6.700 detenidos.
Con información de Sputnik y Panorama
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