Diputado Nicolás del Caño: «La figura de Trotsky tiene una presencia importante en América Latina»

El político argentino explica la trascendencia de los postulados del dirigente ruso y su vigencia en latinoamérica

Diputado Nicolás del Caño: «La figura de Trotsky tiene una presencia importante en América Latina»

Autor: Sofia Belandria

A 80 años de su asesinato, la figura del revolucionario ruso León Trotsky sigue atrayendo a los jóvenes del continente, desde EE.UU. hasta la Patagonia. Nicolás del Caño, diputado argentino habla sobre su impacto.

El 20 de agosto, una tarde apacible de Coyoacán en México se vio interrumpida por el alarido mortal de León Trotsky, cuando Ramón Mercader le clavó en la nuca un pico de alpinista que le provocó la muerte al día siguiente. 80 años después, la figura del revolucionario ruso sigue teniendo un atractivo para la juventud latinoamericana.

La pandemia de coronavirus, que ha provocado la mayor crisis mundial desde las dos guerras mundiales y la Gran Depresión de 1929, está dejando cientos de miles de muertos, una pauperización y miseria aterradoras y un sombrío futuro para la juventud.

Será por eso que la palabra socialismo ha vuelto a ponerse de moda. Entre los jóvenes de EE.UU., la palabra capitalismo se ha vuelto cada vez más impopular: según una encuesta de la agencia Gallup de octubre de 2019, socialismo y capitalismo están empatados en 50% entre los jóvenes adultos de EE.UU.

Por eso no es raro que el nombre de uno de los principales líderes de la Revolución rusa de Octubre de 1917, más identificados con la idea del socialismo, tenga fuerza entre los jóvenes del continente.

¿Quién fue León Trotsky?

León Trotsky y Natalia Sedova, su esposa, en México
AFP 2020 /León Trotsky y Natalia Sedova, su esposa, en México

Nacido en 1879 cerca de Odessa, Lev Davidovich Bronstein, fue el presidente del Soviet de Petrogrado en la Revolución de 1905. Detenido, deportado a Siberia, se fugó a Europa, volvió tras la Revolución de Febrero de 1917 que depuso al zar y retomó su cargo al frente del Soviet de la ciudad. Dirigió la toma del Palacio de Invierno el 25 de octubre, negoció con los alemanes la paz para terminar la participación rusa en la I Guerra Mundial y fundó el Ejército Rojo que derrotó a 15 ejércitos extranjeros en la Guerra Civil.

Tras la muerte de Vladimir Lenin en 1924, Trotsky cayó en desgracia ante el nuevo secretario general del Partido Comunista, Iósif Stalin, quien lo expulsó del partido y luego del país en 1929.

En los años 30, cuando la nube negra del fascismo se adueñaba de Europa, los países del continente se negaron a darle refugio al revolucionario en desgracia. En la URSS sobrevolaba otra nube negra con los Procesos de Moscú y las purgas masivas de los años 30, millones de personas enviadas a campos de concentración o Gulag y cientos de miles fusiladas, al tiempo que se descabezó al 45% de la oficialidad del Ejército Rojo, justo antes de la invasión alemana de 1941.

En un «planeta sin visado», solo un país acogió a Trotsky en 1937: el México del presidente Lázaro Cárdenas, a pedido del artista Diego Rivera, esposo de la pintora Frida Kahlo.

Eran tiempos muy distintos en América Latina, con el auge de los movimientos nacionalistas. En 1938, Cárdenas nacionalizó el petróleo en manos de los ingleses, y en el sur del continente surgió el APRA en Perú y más tarde el peronismo en Argentina.

En su Teoría de la Revolución Permanente, Trotsky destacó la importancia en los países atrasados del problema campesino y del problema nacional, señalando que la resolución íntegra de sus demandas solo sería posible como parte de la revolución socialista mundial.

Ante el auge del fascismo y el advenimiento de la II Guerra Mundial, Trotsky se concentró en la defensa de la Unión Soviética y en la fundación de la IV Internacional. «¿Qué significa defensa «incondicional» de la URSS?», preguntaba en 1939. «Significa que, independientemente de los motivos o causas de la guerra, defendemos las bases sociales de la URSS». «La más resoluta e incondicional defensa de la URSS de los peligros externos», había escrito antes.

¿Cómo influye Trotsky en América Latina hoy?

El diputado nacional Nicolás del Caño es ex candidato presidencial del Frente de Izquierda de los Trabajadores-Unidad, una coalición de partidos trotskistas que obtuvo en 2017 más de un millón de votos y representa la principal fuerza de izquierda del país.  

«En América Latina, donde tenemos una de las regiones con mayor desigualdad en todo el mundo, para los jóvenes que se plantean algún cuestionamiento al sistema y se proponen cambiar esta situación, una de las referencias es León Trotsky», dijo el diputado.

«En un momento de fuertes rebeliones populares, como la de Chile y de distintos países centroamericanos, como parte de una oleada internacional, hay la necesidad de buscar fundamentos de cómo torcerle el brazo al sistema para pensar en otro tipo de sociedad», agregó.

Del Caño citó las encuestas en EE.UU. según las cuales más del 50% de los jóvenes piensan que el socialismo es superior al capitalismo.

Cuando Trotsky escribió sobre América Latina, «dijo que las burguesías latinoamericanas son incapaces de unirse para lograr la independencia nacional, expulsar al imperialismo y beneficiar al conjunto del pueblo». Esto se comprobó, a pesar de que hay corrientes que dicen que hay que paliar al capitalismo. «Por eso la figura de Trotsky tiene una presencia importante a 80 años de su asesinato, en América Latina y en Argentina», señala.

«Trotsky explica esta incapacidad de las burguesías latinoamericanas, y me parece que el Che Guevara, cuando planteaba su internacionalismo y marcaba los límites de la burguesía nacional, esa incapacidad, esa frustración, ha llevado a esta generación a sacar conclusiones».

Ante la época catastrófica que estamos viviendo, se plantean «las posibilidades de que las nuevas generaciones tomen en sus manos las ideas de León Trotsky, porque hay una búsqueda de alternativas a este sistema».

Para Del Caño, el movimiento Black Lives Matter en EE.UU., si bien tiene a la comunidad afroamericana como protagonista, «arrastró a miles de jóvenes y latinos que están en EE.UU. y que no es lo que esperaban, como perspectiva de vida, el capitalismo norteamericano. Son los más precarizados, los más afectados por el COVID-19, los afroamericanos, latinos e inmigrantes».

Esta crisis tan aguda, comparable con la de años 30, posterior al crack, «va a hacer que más sectores se vean atraídos por las ideas de León Trotsky».

Cortesía de Patricia Lee Wynne Sputnik

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