Ante el aumento de casos de COVID-19 España anunció este martes que 2.000 efectivos de la Fuerzas Armadas están a la orden para realizar labores de rastreo del nuevo coronavirus, así lo indicó el presidente Pedro Sánchez, al destacar que tendrán prioridad las comunidades autónomas que tengan menor capacidad de detectar nuevos contagios.
Sánchez lanzó «un mensaje de alerta», pero al mismo tiempo pidió afrontar la situación «con serenidad» porque en esta ocasión «conocemos mejor al virus» y «estamos más preparados», dijo.
En la nación europea las comunidades autónomas ejercen la competencia en Sanidad, por ello, el mandatario se dirigió a los jefes de estos territorios y les reiteró la disposición de militares capacitados para el rastreo de casos de COVID-19.
La prensa local afirma que estas declaraciones se direccionan a los territorios como Madrid o Cataluña que se encuentran entre los que más contagios acumulan, y así pidan ayuda al ejército.
El presidente, precisó que el cuerpo castrense continúa con el proceso de formación para aumentar la cantidad de militares capacidades en el área de rastreo de infectados. Por el momento, Sánchez se limitó a ofrecer 2.000 militares, pero el objetivo es incrementar la cantidad de funcionarios si las condiciones y la propagación del virus lo amerita.
Por otra parte, Sánchez abogó por el uso de la aplicación de rastreo «Radar Covid», al destacar los buenos resultados que ha tenido la aplicación en los gobiernos regionales que ya la utilizan.
«Siete comunidades autónomas tienen el sistema plenamente operativo exhortamos a todas las demás comunidades autónomas a que se incorporen al rastreo digital, las aplicaciones han demostrado su eficacia», señaló.
Por otro lado, Sánchez lanzó un recordatorio a las administraciones regionales de que tienen a su disposición herramientas legales como la declaración del estado de alarma de forma localizada en sus territorios si lo consideran necesario para contener los contagios
«Tienen a su disposición la herramienta legal del estado de alarma y solicitar su declaración en todo o en parte de su territorio», dijo Sánchez antes de declarar que esta medida no tiene que conllevar necesariamente un confinamiento generalizado como el vivido en las primeras semanas de la pandemia.
El recordatorio lo hace al admitir que la evolución de los contagios de covid-19 en las últimas semanas «es preocupante», aunque subrayó que todavía están lejos de la situación de mediados de marzo.
«La evolución global de la curva de propagación de la pandemia es preocupante», dijo Sánchez este martes en su primera comparecencia pública tras las vacaciones de verano.
El pasado 21 de julio, al término del proceso de desescalada del confinamiento, España acumulaba un balance de 246.000 casos positivos de covid-19, con una incidencia en los siete días anteriores de 1.668 casos y 27 personas fallecidas.
Este martes, a las puertas de septiembre, el total de contagios ya supera los 405.000, con una incidencia en los últimos siete días de 40.427 positivos y 96 muertes.
Ante estos datos, Sánchez constató que estamos ante «una segunda curva que vuelve a elevarse de manera amenazante».
Con información de Sputnik
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