Un cazador furtivo fue condenado a 30 años cárcel y trabajos forzados en el Congo, África, por su actividad depredadora durante años en uno de los parques nacionales de ese país, informó la organización no gubernamental Wildlife Conservation Society (WCS).
Gerard Mombaza Mombembo, de 35 años, era conocido como “el carnicero de Nouabale Ndoki”, reserva natural de la nación africana donde operaba.
Fue declarado culpable de matar animales protegidos y por uso de armas de rango militar por un tribunal de Ouesso, capital de la región de Sangha, publicó la agencia AFP.
“Es una gran noticia en la batalla contra la caza furtiva y el tráfico ilegal de animales salvajes”, explicó Richard Malonga, jefe de WCS Congo, la oenegé que trabaja en el parque de Nouabale Ndoki, creado en 1993.
Mobanza Mobembo Gerard, también conocido como Guyvanho, dirigió expediciones de caza furtiva que resultaron en la muerte de cientos de animales, especialmente elefantes, de acuerdo con la WCS.
Los cargos de intento de asesinato en su contra estaban relacionados con un incidente de 2018. Su grupo de cazadores furtivos presuntamente disparó e hirió a miembros de una patrulla de guardabosques en el Parque Nacional Nouabale-Ndoki.
A principios de ese año, a Mobanza Mobembo Gerard y varios otros miembros de su equipo se les cercó en una operación dirigida por los guardabosques del Parque Nacional Nouabalé-Ndoki.
Se produjo un tiroteo. Guyvanho logró escapar, pero las autoridades arrestaron a tres miembros de su equipo.
Sus declaraciones proporcionaron motivos suficientes para dictar una orden de detención en su contra.
Además de la cantidad de elefantes muertos, este incidente demostró la voluntad de este grupo de responder con violencia cuando se le desafía.
Este hecho fue indicativo de una tendencia al aumento del uso de la fuerza por parte de las bandas de caza furtiva de elefantes en el parque africano y sus alrededores.