El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, sostuvo que se desató «una guerra híbrida» y una «masacre diplomática al más alto nivel» contra su país.
Lukashenko manifestó que la injerencia se ha hecho presente en la República y acusó a naciones vecinas de presionar para lograr el objetivo de la oposición -que entregue el poder-.
A mediados de agosto, el actual mandatario resaltó que por la fuerza no lograrán su cometido, refiriéndose a las pretensiones de la oposición de apartarlo de la presidencia. «No lograrán jamás que yo haga algo porque me presionan. No se celebrarán (las elecciones)», dijo el mandatario durante una visita a la Planta de Tractocamiones de Minsk (MZKT, por sus siglas en bielorruso), según recoge la agencia estatal Belta.
El jefe de Estado también denunció como abiertamente ya se reparten parte del territorio bielorruso. «Ven las declaraciones sobre que si Bielorrusia se disuelve, la provincia de Grodno pasará a ser parte de Polonia, ya lo dicen abiertamente y lo sueñan, no lo lograrán realizar, lo sé con certeza», dijo el presidente.
Ante esto, el ministerio de Defensa bielorruso envió a la provincia de Grodno tropas de desembarco y puso en alerta sus misiles tácticos, los lanzacohetes múltiples y sus sistemas antiaéreos S-300. Además la institución anunció ejercicios militares en la frontera con Polonia y Lituania entre el 28 y el 31 de agosto.
Desde el 9 de agosto países vecinos han movido elementos militares a la frontera común con Bielorrusia, en este sentido, Lukashenko añadió que la nación se ve obligado a gastar mucho para estabilizar la situación en sus fronteras occidentales.
Ante la presencia de militares contrarios al Gobierno y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), el presidente blindó las fronteras del país y denunció un incremento de las fuerzas del mencionado organismo, Polonia y Lituania.
Lukashenko en reiteradas oportunidades ha acusado a Polonia, República Checa y Reino Unido, todos ellos miembros de la OTAN, de estar detrás de las protestas que iniciaron el 9 de agosto, luego de celebrarse elecciones presidenciales en las que según el órgano rector, Lukashenko ganó con el 80,01% de los votos.
Por su parte, la oposición de Bielorrusia afirma que la postulada a la presidencia Svetlana Tijanóvskaya logró 80% de los sufragios y no el 10,12% como publicó el órgano electoral, por lo que llamó a sus seguidores a desconocer los resultados.
Con información de Sputnik
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