Tras casi un año de discusión y debates, finalmente el proyecto que garantiza el derecho a una educación sexual integral desde la etapa preescolar, está a punto de salir de la Comisión de Educación para su revisión en la Sala de la Cámara, ya que este martes se analizará el último artículo que quedó pendiente en la instancia.
Desde que fue presentada, la iniciativa ha sido respaldada principalmente por parlamentarios de oposición y motivo de una fuerte resistencia desde el oficialismo.
El objetivo de la reforma es la enseñanza de educación sexual dependiendo de la etapa del y la menor, por ejemplo, en el caso de prekínder hasta cuarto básico, el enfoque gira en torno a la prevención del abuso sexual infantil, la afectividad, el auto-cuidado y auto-conocimiento.
Mientras que el programa desde Quinto Básico hasta Cuarto Medio aborda, entre otras materias, aspectos biológicos, socioculturales, prevención del embarazo adolescente, respeto por la diversidad y la orientación sexual y los diversos métodos anticonceptivos, según el ciclo educativo que corresponda.
Respecto al trabajo en la Comisión de Educación, su presidenta, Camila Rojas (Comunes), manifestó que «ha sido un camino largo, dificultoso, producto sobre todo de la gran cantidad de indicaciones que se presentaron por parte de los diputados de Chile Vamos, pero hemos avanzado».
«Hay varias cosas positivas, varios logros, como por ejemplo, establecer que la educación en sexualidad es un derecho de los niños, niñas y adolescentes, establecer que se imparta desde la educación inicial hasta Cuarto Medio, y si bien ha habido un intento por que estas temáticas estén al arbitrio de cada proyecto educativo, logramos que lo que impere es que este es un derecho y que el Estado debe garantizarlo«, subrayó.
Aclaró además que en ningún caso estas enseñanzas pueden darse contra el derecho preferente y el deber de los padres de educar a sus hijos.
La última indicación pendiente de revisión fue incorporada por Chile Vamos, la cual exige una certificación a organismos externos a los establecimientos educacionales que deseen impartir charlas o talleres ante niños, niñas y adolescentes.
Más concretamente, deberán presentar certificados de idoneidad y antecedentes; demostrar que sus monitores no tienen inhabilidad para trabajar con menores de edad y antecedentes profesionales que demuestren sus competencias en la temática.
Con información de Cooperativa y El Mostrador.
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