La cumbre de la OTAN, celebrada este fin de semana en Estrasburgo y Kehl, terminó aceptando la petición del presidente de Estados Unidos de enviar más tropas a Afganistán. En las calles de dichas ciudades la oposición ciudadana a esta reunión del poder convocó a más de 30 mil personas, de los que un pequeño grupo produjo serios incidentes.
Los miembros de la OTAN acordaron reforzar la intervención en Afganistán, actualizando la estrategia militar y política, y revitalizar las relaciones con Rusia, además de aceptar como nuevos miembros a Albania y Croacia, junto con la reincorporación de Francia, luego de 43 años de ausencia.
El acuerdo fue tomado en la reunión que correspondió al 60ª aniversario de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en donde se nombró al premier danés, Anders Fogh, como secretario general a partir del 1 de agosto.
La intervención de Afganistán será la prioridad para los países de la OTAN. Los miembros europeos de la organización, se comprometieron con EE.UU a enviar cinco mil soldados más a Afganistán. Obama declaró estar «complacido» por la oferta.
Los aliados prometieron además un fondo de 100 millones de dólares para costear las tareas de formación de las fuerzas afganas, especialmente de la policía. Dicho aporte y el envío de tropas tiene como objetivo apuntalar la seguridad con vista a las elecciones del próximo 20 de agosto en Afganistán.
EEUU ya había decidido enviar cerca de 21 mil soldados más además de los 36 mil que ya mantiene en el país asiático.
Por su parte, el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció que su país enviará un batallón de 450 militares a Afganistán, los que permanecerían «el tiempo estrictamente necesario», según dijo Zapatero, para garantizar la seguridad del proceso electora afgano, calculado entre tres y cuatro meses.
España ya tiene a 778 militares en Afganistán.
HOTEL EN LLAMAS
La reunión de la OTAN tuvo su contraparte en las calles. Al igual que la cita del G-20 que terminó la semana pasada en Londres, cada vez son más las personas que rechazan estas reuniones del poder mundial, el que desplegó a 15.000 policías en las calles de Estrasburgo (Francia) y Kehl (Alemania).
Los incidentes más graves ocurrieron la noche del jueves 2 de abril. Ese día y los posteriores, un hotel, una oficina de información turística, una antigua aduana y edificios colindantes con el puente sobre el rio Rhin, que una a la ciudad francesa con Kehl, fueron incendiados.
Se arrestó a más de 300 manifestantes en dichas jornadas, de las 30.000 personas que protestaron pacíficamente contra la reunión de la OTAN.
Muchos manifestantes reclamaron una inoportuna acción policial. El portavoz del Nuevo Partido Anticapitalista francés, Olivier Besancenot, denunció hoy lunes que la manifestación anti OTAN del pasado sábado se tornó en un verdadero desastre a raíz de las barreras policiales.
Besancenot, quien formó parte de los bloques que desfilaron por las calles de Estrasburgo el sábado pasado, responsabilizó a las autoridades de hacer todo lo posible porque la marcha fracasara. Miles de manifestantes fueron llevados a una calle con ambas salidas totalmente bloqueadas «una verdadera ratonera en medio de piedras y gases lacrimógenos», dijo Besancenot.
El Ciudadano