Este miércoles 19 se entregaron las fechas que seguirá el proceso por el litigio de negociación entre ambos países ante la Corte Internacional de Justicia. A continuación, el perfil de cada agente plenipotenciario que llevará adelante los alegatos y defensas en representación de Chile y Bolivia.
A una semana de que los agentes chileno y boliviano fueran citados ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) con sede en La Haya, para fijar el cronograma de presentación de memorias del litigio entre ambos países por una salida al Pacífico.
El organismo internacional presidido por el eslovaco, Peter Tomka, estableció el 17 de abril de 2014 como fecha límite para la presentación de la memoria de Bolivia, y el 18 de febrero de 2015 para la entrega de la contramemoria de Chile.
Respecto a la demanda, el analista internacional Máximo Quitral, se mostró crítico de la postura negacionista de Chile, que según él nos ha llevado hasta este juicio con Bolivia. «Hay un problema que existe, que es la demanda histórica de Bolivia por la salida al mar y que con el presidente Morales se ha ido agudizando porque fue uno de los ejes de su campaña, que se enmarca en su programa de gobierno y está consagrado constitucionalmente».
Finalmente, en cuanto al cuerpo jurídico que presentó Chile, liderado por Bulnes, el analista de la UNAP considera que es débil. «Falta conocimiento político, habría sido prudente haberse vinculado con institutos o espacios académicos que permitieran fortalecer la postura de Chile. Creo que jurídicamente puede tener conocimiento, pero en términos de derecho internacional puede ser débil, aunque también dependerá del de la decisión que tome la Cancillería para elegir las personas más idóneas para este proceso».
A continuación reproducimos un artículo de la edición Nº 142 de El Ciudadano, publicada el 21 de mayo, en que se detallan más elementos de juicio para entender el rol que jugará cada agente en esta etapa.
¿Quiénes son los nominados?
Existe experiencia existe en Chile respecto al proceso que se inicia en La Haya, tras tener que comparecer hace pocos meses por la demanda de Perú. En términos simples, ambos agentes de los países en conflicto, están encargados, de ser el abogado frente a un Tribunal, representando al Estado en la fase escrita y oral del proceso, que se desarrolla sólo en inglés o francés, según dispone la Corte Internacional de Justicia (CIJH).
La fecha en que se verán las caras ambos delegados, quedó fijada para el 12 de junio y es ahí cuando concurrirán a presentar sus credenciales ante la CIJH, puesto que, según se estipula los países sólo “cuando sean partes de un caso ante la Corte, contarán con la representación de un agente”.
La estrategia de Bolivia fue desarrollada durante dos años por un equipo político y jurídico coordinado por la Dirección Estratégica de Reivindicación Marítima, DIREMAR, a cargo de Juan Lanchipa. Destacan la presencia del historiador Fernando Cajías, destacado asesor en estas temáticas y el canciller David Choquehuanca.
Rodríguez Veltzé se incorporó a una estrategia previamente desarrollada, aunque era un seguidor cercano por su anterior rol como Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica Boliviana.
Por el lado chileno, la nominación de Felipe Bulnes Serrano, actual embajador en Estados Unidos luego de su renuncia a la cartera de Educación, viene a completar un equipo que, según el Presidente, estaba al tanto de las movidas bolivianas, pero que más parece una subida a la carrera, como han señalado algunos analistas. Hasta el momento no existe información detallada del equipo que lidera Bulnes, puesto que los esfuerzos están centrados en la demanda con Perú, concentrando allí las capacidades diplomáticas.
Felipe Bulnes Serrano: Defensor de empresas
Encomendado como agente chileno ante La Haya el pasado 6 de mayo, ejercerá a la par como embajador de Chile en Estados Unidos. Abogado de profesión, titulado de la Universidad Católica con distinción máxima, para estudiar luego un master en Derecho en Harvard. Es heredero de una tradición política conservadora, ligado a importantes personeros políticos de la aristocracia chilena: su abuelo, por ejemplo fue el fundador de Renovación Nacional y es cercano a Rodrigo Hinzpeter, según consigna el portal Poderopedia.
En el ámbito profesional, Bulnes, se desempeñó durante 15 años, principalmente en el área del Derecho Comercial, como abogado de grandes empresas. Desde el bufete “Bulnes, Pellegrini y Urrutia” se encargó de la defensa de Cencosud, en compañía de Juan José Ossa, director actual del Servicio Nacional del Consumidor (Sernac), en la demandas colectivas de consumidores por el aumento unilateral de la comisión por mantención de la tarjeta Jumbo Más, en 2006 cuando el ex candidato presidencial de la UDI, Laurence Golborne, se desempeñaba como gerente general corporativo del holding.
Como trascendió con nefastas consecuencias para algunos, el 24 de abril de 2013, tras siete años de tramitación, la Corte Suprema condenó a pagar 70 millones de dólares, por concepto de cobros excesivos a los 608 mil demandantes y ordenó la eliminación de las cláusulas contractuales que lo permitían por considerarlas abusivas.
Bulnes, considerado en 2008 como el mejor abogado litigante, junto a Pedro Pablo Gutiérrez, por la revista Chambers and Partners, ha participado también como litigante en la defensa de Falabella por la fusión con D&S, en la defensa de Juan Benavides por los casos de colusión de FASA, junto al Banco de Chile contra el BC por la deuda subordinada, el desembarco en Chile de Endesa España, la fusión Santander-Santiago y en representación de GasAtacama contra la distribuidora Emel en el norte.
En la arena política se desempeñó como Ministro de Justicia durante 16 meses, en el primer gabinete de Piñera, para luego asumir la “papa caliente” del Ministerio de Educación, en reemplazo de Joaquín Lavín. De ahí salió luego del susto de la “Toma del Congreso” y fue ubicado por Piñera en la embajada chilena en EEUU a principios de 2012.
Tras la nominación, Bulnes se cuadró con la visión de Chile que lo lleva hasta estas instancias, señalando que “Bolivia tiene expectativas, tiene aspiraciones, pero ninguna de ellas le da título para exigir a Chile nada de nuestro territorio y nada de nuestro mar, por lo tanto, asumo esta tarea con un profundo orgullo y también con una profunda convicción respecto a nuestras posibilidades frente a este juicio”.
Eduardo Rodríguez Veltzé: Calma y pragmatismo
Este abogado comparte una escasa trayectoria política con Bulnes, destacando por las labores académicas y profesionales que realizó. Estudió derecho en la Universidad Mayor de San Simón en Cochabamba, para luego cursar una maestría en Administración Pública por la Escuela de Gobierno J. F. Kennedy de la Universidad de Harvard, en 1988. A nivel profesional destaca por sus labores como asesor de la Cancillería, liderando comisiones en la ONU, como presidente de la Corte Suprema de Justicia y últimamente en su labor de Jefe de Estudios de la Carrera de Derecho de la Universidad Católica Boliviana.
En el campo político, saltó a la esfera pública cuando el 9 de junio de 2005, con 49 años de edad, juró como el 64º Presidente de Bolivia tras la renuncia del Carlos Mesa Gisbert y entregó el mando al Presidente electo Evo Morales el 22 de Enero de 2006.
Considerado como el juez “apolítico” tendrá que hacerse cargo de una estrategia preparada con dos años de antelación de la cual él sólo tomó conocimiento en su última etapa. Es consenso entre los diversos análisis su condición de “hombre pragmático, paradigma del profesional apolítico, que cree en la negociación como la mejor vía para lograr soluciones posibles”.
Su nominación logró unir a la politizada Bolivia, en torno a un fin común establecido por la Constitución promulgada en 2009. La decisión ha sido celebrada por los sectores opositores, movimientos sociales y oficialismo por considerarlo un “hombre de leyes al margen de la política y la militancia partidaria”.
Según trascendió, la nominación también fue sorpresiva para él, ya que hasta febrero de este año mantenía una posición sumamente calma del conflicto con Chile. Señaló al suplemento Oh! del diario Los Tiempos, que “Bolivia, por sus condiciones estratégicas geopolíticas, económicas, debe sostener y mantener buenas relaciones con todos los países, (…), pero particularmente con todos sus vecinos, sobre todo por tratarse de un país con este nivel de enclaustramiento”, y mantiene la visión de que más allá del mar, hay temas que deben atenderse, como lo hizo con el acuerdo de libre tránsito (sólo con cédula de identidad) entre ambos países, que se firmó durante su mandato.
Su posición práctica se evidencia también cuando desvía la atención del tema de soberanía, privilegiando los acuerdos posibles. “Las relaciones boliviano-peruanas, boliviano-chilenas y las relaciones regionales deberían abordarse con un concepto de soberanía más completo, más pragmático. Deberíamos mirar el tema de la soberanía no como un renunciamiento, sino con la posibilidad de una salida posible”, señaló consultado sobre el tema. Unas soluciones diplomáticas pueden tener muchísimo más valor que una decisión judicial, porque pueden reflejar una verdadera voluntad política y trascender un fallo de agentes internacionales”, señaló en torno al conflicto, antes que fuera llevado ante La Haya.
[Artículo publicado en la edición 142 de El Ciudadano]
El Ciudadano