«En alguna parte hay todavía pueblos y rebaños, pero no donde vivimos, hermanos míos; aunque hay Estados. ¿Estados? ¿Qué es eso?. Bueno, pues ahora abrir los oídos, porque les hablare de la muerte de los pueblos. Estado es el nombre del más frío de todos los monstruos fríos, fríamente dice mentiras, además esa mentira se desliza de su boca “yo el Estado soy el pueblo” ¡esto es una mentira! Fueron los creadores quienes crearon los pueblos y colgaron encima de ellos amor y fe, y así sirvieron la vida. Son los aniquiladores quienes ponen trampas para muchos y las llaman “Estado”, y encima de ellos cuelgan una espada y cien apetitos… Les doy este signo: cada pueblo habla su lengua del bien y del mal, que el vecino no comprende. Ha inventado su propio lenguaje de costumbres y derechos. Pero el Estado dice mentiras en todas las lenguas del bien y del mal; y en cualquier cosa que diga, miente, y cuando posee, lo ha robado»
(Nietszche, Así Habló Zaratustra)
Ya para el año 1823 en proceso de construcción de un imperialismo y colonialismo, se aplicó la Doctrina Monroe. La gran mentira sintetizada en la frase «América para los americanos», establecía que cualquier intervención de los Estados europeos en América sería visto como un acto de agresión, donde se requeriría la intervención de Estados Unidos.
Posteriormente a comienzo del siglo XX en 1904 el presidente Theodore Roosevelt afirmó su Doctrina Monroe (Corolario Roosevelt) suponiendo que si un país americano amenazaba o ponía en peligro los derechos o propiedades de ciudadanos o empresas estadounidenses, el gobierno estadounidense estaba obligado a intervenir en los asuntos de ese país prácticamente una carta blanca para la intervención de Estados Unidos en América Latina y el Caribe.
Hoy, Estados Unidos muestra que su poderío es mucho más grande que la Unión Europea, que encontraron otro patio trasero para sus placeres y que puede subordinar la soberanía de los Estados europeos. Lastimosamente, la crisis los volvió dependiente del imperio, y la Doctrina Monroe llegó al mapa del viejo continente. Y eso fue reflejado en un acto burlesco y servicial al punto de llegar a lo ridículo cuando los gobiernos de Portugal, Italia, Francia y España atentaron contra la seguridad del mandatario del Estado Plurinacional de Bolivia, al no dejar que aterrice en sus aeropuertos.
Está claro que el gobierno de Estados Unidos teme a una sociedad informada y exigente como lo señaló el ex agente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) Edward Snowden, pero también es evidente que América Latina atraviesa un proceso de cambio; que el espíritu de Robespierre está más cerca de los andes… que de Francia; que el país cuna de las revoluciones modernas, no está acorde a los nuevos cambios sociales, y que le quedó muy grande la denominación socialista en el tamaño de la agresión a un país pequeño pero digno, en la que los americanos nos descolonizamos y los europeos se colonizan. Son las grandes paradojas mundiales…
Ahora el imperio ya no puede dar normas de conductas democráticas al mundo… ha perdido toda credibilidad.
Me quedo con la frase de que el avión Presidencial es hoy un símbolo de dignidad…. Y que el más frío de los monstruos fríos ya no se puede maquillar para seducir a los incautos.
Por Sergio Salazar Aliaga
Estudiante de Derecho y activista boliviano